¿Ahora sí ya estamos en recesión?

Prácticamente cada semana vemos nuevos indicadores económicos que dan cuenta de que estamos en una clara etapa de desaceleración económica y probablemente próximos a entrar en recesión. El Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa promedio trimestral de 2.41% en el periodo de 2013 a 2018, y pues todo parece indicar que este año, en el mejor de los casos, tal vez logremos crecer a una tasa de 0.2%, tal como lo ha pronosticado el Grupo Financiero Citibanamex. Si consideramos que en el primer trimestre de 2019 el PIB creció a una tasa de 1.2%, pues resulta claro que en el resto de los trimestres del año veremos caídas en la tasa de crecimiento del PIB, de manera que el crecimiento promedio anual quede en ese 0.2% que se estima. En esta entrega analizamos tres de los indicadores económicos que se publicaron la semana pasada y que dan cuenta de la difícil situación por la que atraviesa la economía nacional:

Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE)

El viernes 26 de julio, el INEGI dio a conocer el IGAE, que podemos decir que es una proxy mensual para el PIB. Los datos no fueron nada halagüeños ya que en el comparativo de mayo de 2019 respecto al mismo mes de 2018 el IGAE disminuyó -0.43%, con lo que se ligan dos meses consecutivos con disminuciones en este indicador (había caído -1.46% anualizado en abril). La caída anualizada del mes de mayo de este año fue producto de un incremento de 0.48% en las actividades primarias, una contracción de -3.35% en las secundarias y un aumento de 0.93% en las actividades terciarias. Profundizando en la evolución de las actividades secundarias, tenemos que en el comparativo de mayo de 2019 respecto del mismo mes de 2018, la minería se desplomó -8.90%, mientras que la generación de electricidad, gas y agua aumentaron 1.60%, la construcción cayó -9.75%, y la industria manufacturera aumentó apenas 0.68%.  En cuanto a la evolución de las actividades terciarias, destaca que en el periodo de referencia, el comercio al por mayor se desplomó -5.10%, mientras que el comercio al por menor aumentó 4.21%.

Análisis Enero – Mayo 2019

Ahora, con los datos acumulados de los primeros cinco meses de 2019 respecto de los mismos meses de 2018, vemos que el IGAE total presenta un incremento de tan sólo 0.32%. Este crecimiento contrasta con el aumento de 2.04% observado en los primeros cinco meses de 2018. De hecho el de 2019 es el arranque de año más lento desde el año 2009, cuando en los primeros cinco meses de dicho año el IGAE se desplomó -7.48%.

El aumento marginal de 0.32% es producto de un incremento de 3.98% en las actividades primarias, una caída de -1.64% en las actividades secundarias y un incremento de 1.11% en las actividades terciarias. Analizando a detalle el comportamiento de las actividades secundarias, vemos que la minería muestra una contracción de -8.15%, la generación de electricidad, gas y agua una disminución de -0.47%, la construcción una caída de -3.23%, mientras que las industrias manufactureras presentan un incremento de 1.03%. Analizando a detalle la evolución de las actividades terciarias, destaca que el comercio al por mayor presenta una caída de -1.40%, mientras que el comercio al por menor un aumento de 2.89%.

Las cifras del IGAE denotan una clara tendencia a la baja y de hecho provocaron que los dos principales índices accionarios, de la Bolsa Mexicana de Valores y de Biva, alcanzaran nuevos mínimos del año el pasado viernes 26.

Balanza Comercial

El mismo viernes 26 de julio, el INEGI publicó las cifras de la balanza comercial de México al mes de junio y las cifras son muy preocupantes. En el comparativo de junio de 2019 respecto al mismo mes de 2018, las exportaciones crecieron 1.2% pero las importaciones se desplomaron -7.8%. La caída de las importaciones en dicho mes se debió a una disminución de -7.1% en las importaciones de bienes de consumo, caída de -6.2% en las importaciones de bienes intermedios y contracción de -21.2% en las importaciones de bienes de capital. La caída de las importaciones pudiera pensarse que es positiva porque implica la posibilidad de expandir la producción nacional, pero en este caso lamentablemente no es eso lo que lo explica. La caída de las importaciones en el contexto actual lo que denota es que dada la debilidad de la producción nacional y del comercio al mayoreo, que se está dejando de importar porque simplemente no hay una demanda robusta.

De esta manera, tenemos que en el acumulado de los primeros seis meses de 2019, México registra un superávit en su balanza comercial por 3.145 mil millones de dólares (mmdd), cifra que contrasta con el déficit de -4.468 mmdd observado en el primer semestre de 2018. El haber pasado de un déficit comercial a un superávit, se debió a que en el comparativo del primer semestre de 2018 al mismo semestre de 2019, las exportaciones totales crecieron 3.7%, mientras que nuestras importaciones subieron apenas 0.2%.

Encuesta Nacional de Empresas Constructoras

El INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras con cifras al mes de mayo y los resultados también son muy preocupantes. En el comparativo de mayo de 2019 respecto al mismo mes de 2018 el valor de la producción de esta industria cayó -10.9%, producto de que el valor de la construcción en obras de edificación se contrajo -16.8%, el valor de la construcción de obras de ingeniería civil cayó -6.2%, mientras que el valor de los trabajos especializados para la construcción aumentó apenas 0.2%.

De esta manera, en el acumulado de los primeros cinco meses de 2019 respecto de los mismos meses de 2018, el valor total de la producción de la industria de la construcción cayó -5.1%, el valor de las obras de edificación presenta una disminución de -6.6%, el valor de la construcción de obras de ingeniería civil registra -4.3%, mientras que el valor de los trabajos especializados para la construcción acumula una caída de -0.5%.

Conclusiones

La evolución del IGAE, de las importaciones mexicanas y de la industria de la construcción nos muestran un panorama muy complicado para la economía nacional, y la expectativa es de que las cosas se complicarán más antes de arreglarse. Como lo he señalado en pasadas entregas, no existe ningún elemento exógeno, que haga suponer que la situación se revertirá. La inversión privada continúa a la baja, cada vez es más común escuchar a empresarios quejarse de bajas ventas en el mercado interno, los Estados Unidos comenzarán a desacelerarse poco a poco por lo que no es espera tampoco un repunte de exportaciones, la inversión  pública igualmente es insuficiente y va rezagada, entre otros tantos datos duros adicionales.

Ante esta realidad, no hay más que hacernos más eficientes y productivos en las empresas, abatir la mayoría de los costos que no generan valor agregado a nuestro cliente y producto, centrarnos en el consumidor, ser innovadores. En eso es en lo que debemos trabajar porque eso es lo que está en nuestras manos hacer.

Alejandro Gómez Tamez*

Director General GAEAP*

alejandro@gaeap.com

En Twitter: @alejandrogomezt