El mercado intermodal transfronterizo enfrenta presiones derivadas del desbalance comercial entre México y Estados Unidos, los altos niveles de capacidad del transporte carretero en territorio estadounidense y la incertidumbre por la política arancelaria del gobierno de Donald Trump, advirtió Luis Felipe González, vicepresidente de Customer Solutions para EASO y Hub Group, durante la Semana del Contenedor organizada por la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI).

González explicó que México exporta más de lo que importa desde Estados Unidos, lo que genera un desajuste en la disponibilidad de equipos y encarece las tarifas cross border. 

Dependiendo de las rutas, las empresas deben decidir si aprovechan los retornos de contenedores vacíos o asumen costos más altos en mercados sobrevendidos.

El especialista señaló que la reducción de operadores con visa B1, la inseguridad en corredores logísticos y los costos de combustible y servicios adicionales también inciden en los precios del transporte intermodal. 

No obstante, destacó que este modo mantiene tarifas y tiempos de tránsito más estables que el autotransporte.

De acuerdo con datos de la AMTI, en el primer semestre de 2025 el intermodal transfronterizo creció 17%, el doméstico 7%, mientras que el marítimo cayó 8%. 

González atribuyó la expansión del segmento doméstico a la consolidación de cadenas internas y recordó que, tras los bloqueos en Long Beach, muchos flujos de carga de Asia se reorientaron hacia los puertos mexicanos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo.

Pese a su crecimiento, el experto advirtió que la volatilidad política y el desbalance comercial seguirán siendo los principales retos para la competitividad y sostenibilidad del transporte intermodal en la región norteamericana.

Con información de T21.