Inflación, tasas y aranceles: los factores que presionan el crecimiento de México

La economía mexicana enfrenta bajo crecimiento, inflación alta y retos en exportaciones e inversión al cierre de 2025.

La economía mexicana muestra señales de enfriamiento camino al cierre de 2025 pues el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) registró dos meses consecutivos con caídas anuales, reflejando un freno tanto en el sector terciario, que retrocedió 2.66%, como en el secundario, con una disminución de 0.8%. En conjunto, estos datos sitúan el crecimiento cercano a 0% para el periodo reciente.

Durante la sesión informativa Expectativa sobre crecimiento económico en octubre 2025, Fernando Castellanos, analista económico de Banco BASE, indicó que durante agosto, el IGAE creció 0.57% tras una caída de 0.88% en julio, mientras que el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) mostró un avance de apenas 0.08% en septiembre. 

En promedio, esto se traduce en una contracción trimestral estimada de 0.41% y una variación anual de -0.11%. En el acumulado de los primeros nueve meses del año respecto al mismo periodo de 2024, el crecimiento rondaría el 0.57%.

Consumo e inversión con bajo impulso

El consumo interno, uno de los principales motores del PIB, también ha mostrado debilidad. Entre enero y julio se contrajo 0.13%, de acuerdo con los últimos datos disponibles. Este comportamiento refleja la pérdida de dinamismo en los hogares y contribuye directamente a la desaceleración general del país.

La inversión, por su parte, no logra consolidar una tendencia de crecimiento sostenido. Factores como la incertidumbre económica, las condiciones de financiamiento y la cautela empresarial ante el entorno global han limitado su avance.

Inflación y tasas de interés: un equilibrio complejo

La inflación general se mantiene por encima del 4% anual y ha mostrado una ligera aceleración hacia el cierre del año. Esta situación ha llevado al Banco de México a mantener una postura cautelosa respecto a la tasa de referencia, que se ubica en 7.5%.

De acuerdo con las proyecciones, el banco central podría recortar la tasa a 7.25% en lo que resta del año y continuar con ajustes graduales hasta alcanzar 6.50% en 2026, siempre que la inflación subyacente muestre señales claras de control.

No obstante, el escenario sigue condicionado por factores externos que podrían presionar nuevamente los precios.

Exportaciones, aranceles y reconfiguración de cadenas

Las exportaciones han sido el principal soporte para la economía mexicana. Sin embargo, el panorama es mixto. 

En los primeros siete meses del año, las exportaciones de máquinas automáticas para tratamiento de datos, como computadoras, crecieron 96.5%, mientras que las de vehículos de pasajeros cayeron 3.29%, afectadas por un arancel de 19.28%.

Las diferencias arancelarias también han beneficiado a competidores en Asia. Mientras México enfrenta tasas de hasta 4.7% en ciertas partidas, países como Taiwán pagan 3.1%, lo que les ha permitido ganar participación en el mercado estadounidense. 

Desde 2016, China ha perdido 10.85 puntos porcentuales de participación en las importaciones de EE. UU., mientras que Vietnam, Taiwán y México han ganado 3.26, 3.15 y 1.54 puntos, respectivamente.

Estos movimientos reflejan un reacomodo de las cadenas globales de suministro, impulsado por la demanda de componentes tecnológicos y de inteligencia artificial, sectores en los que México busca posicionarse como proveedor estratégico.

T-MEC y el reto de la cláusula Sunset

Otro factor de atención es la cláusula Sunset del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el contexto de su próxima revisión.

El especialista comentó que, si los países parte decidieran ya no continuar con el acuerdo, la cláusula establece que éste se mantenga vigente por 10 años, con una consulta anual de seguimiento. Si pasado este lapso los países no cambiaron de parecer, entonces el tratado deja de existir.

Inversión extranjera y clima de negocios

Por otro lado, la inversión extranjera directa muestra una tendencia de estancamiento, con predominio de reinversiones sobre nuevos flujos de capital. 

Las empresas han adoptado una postura cautelosa ante el entorno político y regulatorio en México, sumado al impacto de políticas fiscales y revisiones más estrictas por parte de las autoridades.

Estos factores han reducido el atractivo del país frente a otras economías emergentes que ofrecen certidumbre y estímulos a la inversión.

Riesgos para México en el corto plazo

El escenario para la economía mexicana combina desafíos internos y externos. Entre los principales riesgos destacan la persistencia de la inflación subyacente, la caída del consumo, los efectos de los aranceles sobre sectores estratégicos y la incertidumbre política que podría afectar la confianza empresarial.

A esto se suma la volatilidad internacional por tensiones geopolíticas y cambios en las políticas comerciales de las principales economías.

El panorama económico de México, al cierre de 2025, se caracteriza por un crecimiento limitado, presiones inflacionarias y un entorno global de competencia y reajuste comercial. Las exportaciones tecnológicas han ayudado a amortiguar la desaceleración, pero el consumo interno y la inversión continúan rezagados.

En este contexto, las decisiones de política monetaria, la evolución de los precios y el manejo de las relaciones comerciales serán determinantes para definir el rumbo de la economía mexicana en el corto y mediano plazo.

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