El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió la posibilidad de sustituir el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por acuerdos bilaterales independientes entre cada uno de los tres países, lo que implicaría desmantelar el marco trilateral vigente desde 2020.
Durante una conferencia en la Casa Blanca, afirmó que Estados Unidos podría “renegociar el T-MEC o simplemente hacer acuerdos diferentes”, añadiendo que su prioridad es “el mejor acuerdo posible para este país”.
Aunque no especificó si su gobierno iniciará formalmente el proceso de ruptura del tratado, sus declaraciones generaron incertidumbre ante la revisión del T-MEC prevista para 2026.
México reitera su compromiso con el acuerdo trilateral
En respuesta, el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, expresó desde el foro North Capital Forum en la Ciudad de México que el T-MEC mantendrá su carácter trilateral, destacando que muchos temas se negocian de forma bilateral pero terminan en consensos regionales. “Tengo confianza en que el Tratado va a seguir existiendo entre los tres países”, subrayó.
La Secretaría de Economía, encabezada por Marcelo Ebrard, informó que avanza en las consultas internas con sectores productivos y gobiernos estatales para definir las prioridades nacionales de cara a la revisión del acuerdo.
Entre el 6 y el 10 de octubre se llevaron a cabo mesas sectoriales con las industrias de madera, papel, alimentos, minería, plásticos y juguetes, así como reuniones regionales en Guerrero, Tlaxcala, San Luis Potosí, Querétaro y Nuevo León.
Ebrard explicó que el objetivo es construir una posición nacional con amplio respaldo social y empresarial, que fortalezca la postura de México ante sus socios de Norteamérica.
La industria química pide homogeneizar regulaciones y preservar el libre comercio
En este contexto, la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) llamó a mantener el T-MEC como un marco trilateral, estable y convergente, al considerarlo esencial para el abasto y transformación de insumos básicos que sustentan más de 40 ramas industriales, desde la automotriz y textil hasta la construcción y los electrodomésticos.
El director general de la ANIQ, Miguel Benedetto, afirmó que el tratado garantiza reglas claras y una cooperación regulatoria avanzada, además de compensar el déficit nacional en la producción de materias primas.
“El T-MEC ha permitido asegurar la importación de productos no fabricados localmente en condiciones competitivas, fortaleciendo a la industria química mexicana”, señaló.
Benedetto propuso expandir el Anexo 12-A del T-MEC, que promueve la convergencia regulatoria en productos químicos, y pidió establecer reglas de origen flexibles, eliminación de cargas aduaneras innecesarias y un capítulo energético específico que garantice la participación del sector privado.
La ANIQ también respaldó la imposición de aranceles a las importaciones chinas, argumentando que permitirán “equilibrar precios y consolidar la competitividad” de los productos nacionales.
En 2024, las exportaciones químicas de México ascendieron a 11,683 millones de dólares, de los cuales 58.3% se destinaron a Estados Unidos y Canadá. En contraste, las importaciones del sector sumaron 37,451 millones de dólares, con un 67% proveniente de Norteamérica.
Con información de El Economista, El Financiero y Milenio.
