La economía mundial se mantuvo con un crecimiento mejor al previsto, aunque aún no se ha reflejado por completo el impacto de los aranceles de Estados Unidos.
La inversión en inteligencia artificial sostiene la actividad en ese país, mientras que el apoyo fiscal amortigua la ralentización de China, señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su Informe Provisional de Perspectivas Económicas.
El organismo indicó que el efecto total de los aranceles aún no se ha materializado, ya que muchas empresas absorbieron el costo mediante márgenes más estrechos y acumulación de inventarios.
Las medidas del Gobierno de Trump elevaron la tasa efectiva sobre las importaciones a 19.5% a finales de agosto, el nivel más alto desde 1933.
Perspectivas de crecimiento global
La OCDE ajustó sus previsiones y estimó que la economía mundial crecerá 3.2% en 2025, frente al 2.9% proyectado en junio. Para 2026 mantuvo su proyección en 2.9%, al anticipar que los aranceles más altos limitarán la inversión y el comercio.
En Estados Unidos, el crecimiento se desaceleraría a 1.8% en 2025, superior al 1.6% previsto en junio, tras un 2.8% en 2024, y se reduciría a 1.5% en 2026.
La OCDE señaló que la inversión en inteligencia artificial, el apoyo fiscal y los recortes de tasas de la Reserva Federal compensarían parcialmente el impacto de los aranceles y la caída de la inmigración neta.
En China, se prevé un crecimiento de 4.9% en 2024, superior al 4.7% estimado en junio, con una desaceleración a 4.4% en 2026. La zona euro registraría un crecimiento de 1.2% en 2024, revisado al alza desde 1.0%, y de 1.0% en 2026.
Para Japón se prevé un crecimiento de 1.1% este año, frente al 0.7% previo, que disminuiría a 0.5% en 2026. En Reino Unido, el crecimiento se ajustó al alza a 1.4% en 2024 y se mantuvo en 1.0% para 2026.
Política monetaria
La OCDE anticipó que la mayoría de los principales bancos centrales mantendrán políticas monetarias expansivas mientras la inflación continúe disminuyendo.
Se espera que la Reserva Federal siga reduciendo tasas ante un mercado laboral más débil, salvo que los aranceles generen nuevas presiones inflacionarias.
Australia, Reino Unido y Canadá aplicarían recortes graduales, mientras que el Banco Central Europeo mantendría su postura con la inflación cercana al 2%.
Japón, en contraste, continuaría con el ajuste de su política monetaria mediante incrementos graduales de tasas.
Con información de El Economista
