Un nuevo informe de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC) concluyó que las reglas de origen del sector automotriz del T-MEC han tenido efectos concentrados en la industria automotriz estadounidense, pero un impacto general insignificante en la economía del país.
El análisis reveló que las reglas establecidas desde la entrada en vigor del T-MEC el 1 de julio de 2020 han contribuido a aumentos en el empleo, producción, ingresos, gastos de capital y ganancias para los productores estadounidenses de autopartes y materiales.
No obstante, los productores de vehículos ligeros registraron una leve disminución en estos indicadores.
Asimismo, las reglas han provocado:
- Una reducción de importaciones de vehículos ligeros provenientes de México y Canadá.
- Un incremento en importaciones desde países no miembros del T-MEC.
- Un ligero aumento en el precio promedio de los vehículos ligeros en EE. UU..
En términos de competitividad, la USITC observó que la producción de vehículos y autopartes en EE. UU. ha crecido desde 2020, aunque en el caso de los vehículos sigue por debajo de los niveles de 2019; mientras que la producción de autopartes sí ha superado los niveles prepandemia.
La participación de mercado de EE. UU. se ha mantenido estable en su territorio, con ligeros cambios en Canadá y México. Las exportaciones de autopartes a Canadá aumentaron, mientras que en México disminuyeron.
En mercados fuera del T-MEC, la participación de EE. UU. en las exportaciones de vehículos ligeros prácticamente no cambió entre 2019 y 2024.
El informe también señaló que los avances tecnológicos han generado divergencias en la clasificación y tratamiento arancelario de ciertos productos bajo las reglas de origen, entre ellos:
- Nuevos procesos de producción con carrocerías de aluminio.
- Producción creciente de camionetas eléctricas.
- Componentes como ejes eléctricos y nuevas composiciones químicas en baterías.
Estos elementos seguirán siendo objeto de análisis en los próximos tres informes que se presentarán en 2027, 2029 y 2031, como parte del mandato del Congreso estadounidense para monitorear el impacto del T-MEC.
Con información de Reforma.