El Congreso de Estados Unidos aprobó este jueves la “Ley Grande y Hermosa” impulsada por el presidente Donald Trump, una ambiciosa reforma que refuerza el apoyo a la manufactura nacional y amplía las deducciones fiscales para empresas, en especial aquellas dedicadas a la producción e innovación tecnológica.
Impulso a la manufactura y deducciones fiscales
Uno de los ejes centrales del plan es el respaldo a la industria manufacturera. Las empresas podrán deducir totalmente y de forma inmediata los costos de construcción de nuevas plantas, una medida retroactiva al 19 de enero de 2025 y válida hasta enero de 2029.
Además, se reactivan las deducciones por inversión en investigación y desarrollo, permitiendo a las compañías amortizar estos gastos en el mismo año en que se generan.
También se incrementa de 20% a 23% una deducción fiscal especial para pequeñas empresas y sociedades de profesionales como médicos, abogados e inversionistas.
Otras medidas incluyen deducciones por propinas (hasta 25,000 dólares) y horas extra (hasta 12,500 dólares), válidas hasta 2028.
El plan fiscal contempla otros incentivos como:
- Eliminación de los créditos fiscales para energías renovables (solar y eólica) si no entran en operación antes de 2028.
- Cancelación del crédito fiscal de 7,500 dólares por la compra de vehículos eléctricos.
- El carbón utilizado en la producción de acero recibirá beneficios fiscales.
El nuevo plan fiscal aumenta en 5 billones de dólares el límite de endeudamiento de Estados Unidos y contempla incrementos en el presupuesto para términos de defensa y ciencia, así como para el desarrollo de políticas migratorias.
Asimismo, contempla recortes en el área de salud y la suspensión por un año de la financiación federal a Planned Parenthood.
Descartan afectaciones para México
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que el nuevo plan fiscal de EE. UU. no afectará a la economía mexicana y podría incluso fortalecer la competitividad de los productos nacionales.
El funcionario destacó que la verdadera competitividad se basa en la productividad y en las ventajas logísticas de México, como su cercanía con Estados Unidos y su infraestructura.
Aunque reconoció que el país enfrentará un sistema de desventajas comparativas en el acceso al mercado estadounidense, señaló que los incentivos fiscales de Estados Unidos tendrán un impacto limitado, ya que las empresas también consideran factores como la infraestructura, los acuerdos comerciales y la estabilidad laboral.
Con información de El Economista, Reforma y Forbes México.