En el marco de las discusiones sobre la reducción de la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales, surgieron nuevas preocupaciones sobre el pago de horas extras y la necesidad de reformas estructurales en la fiscalización laboral.
De acuerdo con Jorge Sales, abogado laboral, México es el país donde se pagan más caras las horas extras, pero solo se remunera el 3% de ellas, debido al uso de estrategias legales que permiten omitir este pago.
La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que las primeras 9 horas extras a la semana se pagan al doble y las siguientes al triple, mientras que el promedio internacional es de solo 1.3 veces. Sin embargo, el bajo cumplimiento en México evidencia fallas en las inspecciones laborales.
Sales señaló que México también se ubica como uno de los países de la OCDE con más horas trabajadas al año (2,266), pero con un PIB por hora trabajada de apenas 94.83 dólares, el más bajo del grupo. En contraste, en Corea del Sur se laboran 1,900 horas anuales con un PIB por hora de 121 dólares.
Frente a este panorama, Sales propuso que la reforma laboral considere no solo la reducción del tiempo de trabajo, sino también una revisión profunda del pago de horas extras, una mejor supervisión del cumplimiento legal y esquemas de incentivos para empleadores.
Por su parte, Héctor de la Cruz, abogado de la firma De la Vega & Martínez, subrayó que la reforma abre la puerta a esquemas laborales flexibles, como el pago por hora trabajada, lo que requeriría ajustes normativos en instituciones como el IMSS, que actualmente solo permite el registro de jornadas completas.
También recordó que una reforma a la Ley de Trata de Personas, expedida hace poco más de un año, prohíbe que los trabajadores laboren más de las horas máximas permitidas por la ley.
Sin embargo, muchas empresas siguen operando bajo modelos antiguos, permitiendo jornadas excesivas que ya se consideran ilegales.
Los expertos coinciden en que la discusión sobre la jornada laboral debe ir acompañada de medidas que garanticen el cumplimiento de derechos, mayor transparencia y flexibilidad regulada, en un entorno donde el trabajo informal, las largas jornadas y la baja productividad siguen siendo desafíos estructurales.
Meta ambiciosa pero alcanzable con gradualidad
El director de la oficina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para México, Jorge Mario Martínez Piba, señaló que alcanzar una jornada de 40 horas para el año 2030 es ambiciosa, pero viable.
En entrevista con El Economista, destacó que la propuesta responde a una visión centrada en el bienestar y la competitividad, y que su éxito dependerá de un proceso gradual acompañado por medidas complementarias.
El representante de la CEPAL resaltó que la reducción no debe limitarse al tiempo laboral, sino incorporar reformas estructurales que mejoren el acceso al crédito, modernicen procesos productivos y fomenten la flexibilidad de horarios, con el objetivo de beneficiar tanto a empleados como a empleadores.
También señaló que esta transformación puede tener un impacto positivo en la inclusión laboral de las mujeres, al redistribuir responsabilidades de cuidado entre géneros y generar más equilibrio entre la vida personal y profesional.
Empresas globales piden ajustes en el régimen de horas extras
Por su parte, el Consejo de Empresas Globales, que representan el 40% de la inversión extranjera directa en México y emplean a 8 millones de personas, alertaron que una reducción abrupta de la jornada podría generar un aumento del 20% en costos laborales mensuales y la necesidad de contratar 15% más personal operativo.
Ante este panorama, propusieron eliminar el tope diario de horas extras y flexibilizar su régimen para que se adapten a las necesidades reales de operación sin comprometer derechos laborales. También solicitaron:
- Implementación gradual
- Esquemas diferenciados por sector y función
- Distribución flexible de las horas semanales
- Revisión del esquema de horas extraordinarias y prima dominical
- Certeza jurídica en inspecciones laborales
- Fortalecimiento del talento y capacitación
En un comunicado, el Consejo destacó que la reforma representa una oportunidad para construir un modelo laboral más justo y moderno, y reiteraron su disposición a participar activamente en un diálogo plural y corresponsable.
Con información de Reforma y El Economista.