Las reglas de origen automotriz del T-MEC, diseñadas para fortalecer el contenido regional y proteger empleos en América del Norte, han elevado los costos de producción y venta de vehículos con escaso beneficio macroeconómico, reveló el segundo informe bienal de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC), publicado el 1 de julio.
El informe Reglas de origen automotriz del T-MEC: impacto económico y funcionamiento indica que las reglas del acuerdo comercial aumentaron en promedio 200 dólares por unidad el costo de producción de vehículos, principalmente por cambios en componentes como transmisiones y acero.
Esto impactó negativamente la rentabilidad de los fabricantes y encareció los precios al consumidor, con un aumento de 33 dólares por vehículo ligero en EE. UU.
Aunque se logró reducir la dependencia de autopartes y acero extrarregionales (se dejaron de importar casi 1 millón de toneladas de acero y más de 1 millón de motores y transmisiones de países fuera del T-MEC), también se observó una caída en el comercio intrarregional. Estados Unidos, por ejemplo, importó menos vehículos y motores desde México y Canadá al no cumplir estos con los requisitos de origen.
En contraste, las importaciones de vehículos desde países no miembros del T-MEC aumentaron, anulando parcialmente los efectos buscados por el tratado.
Auge de la inversión china en México
El mismo informe de la USITC advierte sobre el rápido crecimiento de la inversión extranjera directa (IED) china en la industria automotriz mexicana.
De 2019 a 2023, se anunciaron 32 inversiones greenfield de empresas automotrices chinas en México, de las cuales 11 se realizaron solo en 2023.
Estas inversiones están principalmente enfocadas en vehículos eléctricos y autopartes, y representaron casi la mitad de la IED corporativa china en México en 2022 y 2023.
Según la USITC, el 35% de las inversiones chinas entre enero de 2023 y mayo de 2024 apoyaron directamente la producción de vehículos eléctricos.
La comisión señaló que estas empresas están aprovechando los bajos costos laborales en México, la proximidad con el mercado estadounidense, y las ventajas arancelarias del T-MEC, aunque muchas de ellas no cumplen con los requisitos de contenido regional y optan por pagar aranceles bajos (2.5%) como nación más favorecida.
Impacto estratégico
Entre 2019 y 2024, las importaciones mexicanas de autopartes desde China crecieron de 11,400 millones de dólares (mdd) a 13,200 mdd, mientras que las exportaciones mexicanas de vehículos y autopartes a EE. UU. pasaron de 99,000 mdd a casi 183,000 mdd.
La USITC concluye que la inversión china en México no solo es económica, sino también estratégica, y se ha visto impulsada por:
- Tensiones comerciales entre EE.UU. y China
- Restricciones arancelarias recíprocas
- Aumento de los costos laborales en China
- Disrupciones en las cadenas de suministro por la pandemia
- Consideración de autopartes clave como bienes estratégicos (semiconductores, baterías)
México, con su red de 13 acuerdos comerciales, costos laborales bajos (4.82 dólares por hora en 2020) y posición como séptimo mayor productor de vehículos del mundo, se consolida como un punto clave para el reacomodo de la cadena automotriz global.
Con información de El Financiero y El Economista.