El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) cumplió cinco años en medio de un contexto que pone en duda su continuidad, pese a que el comercio trilateral superó los 1.6 billones de dólares en 2024, un incremento del 33% respecto a 2019, según cifras oficiales.
Estados Unidos ha manifestado inquietudes sobre el sistema financiero mexicano, acusando presuntos flujos ilícitos ligados al narcotráfico. La fiscal general estadounidense Pam Bondi colocó a México en la lista de “enemigos de la nación”, lo que permitiría imponer restricciones o suspender acuerdos.
Por su parte, el presidente Donald Trump, ha intensificado su política arancelaria con medidas como tarifas del 25% para productos fuera del T-MEC, 50% para acero y aluminio, y 15% para autos, generando incertidumbre y efectos negativos en la economía mexicana, incluyendo desaceleración industrial y volatilidad cambiaria, según Banxico.
También ha mantenido disputas con Canadá, especialmente por el impuesto digital, autos eléctricos y temas agrícolas.
Recientemente, Canadá suspendió la entrada en vigor del impuesto a servicios digitales, prevista para el 30 de junio, con el fin de retomar negociaciones y evitar represalias comerciales.
Oportunidades dentro del tratado
En contraste con las tensiones, el tratado sigue ofreciendo beneficios: Estados Unidos importó de México productos por 248 mil 712 millones de dólares (mdd) bajo reglas T-MEC en 2024.
Fitch Ratings reportó una reducción en la tasa efectiva de aranceles para México (de 12.1% a 9.5%) y Canadá (de 10.9% a 7.5%), gracias a una mejor documentación del cumplimiento del tratado.
No obstante, nuevos aranceles sobre el acero y aluminio elevan la presión, y la amenaza de fragmentación se mantiene.
Scotiabank advierte que desarmar la integración provocaría inflación, pérdida de empleos y menor competitividad frente a Asia.
Temas rumbo a la revisión 2026
La consultora Prodensa, en un análisis de Mónica Lugo, exnegociadora del T-MEC, identificó focos rojos en las reglas de origen del sector automotriz, la política energética mexicana, el uso de cultivos genéticamente modificados y cumplimiento laboral, así como el papel de inversiones chinas en plantas automotrices mexicanas.
Prodensa consideró probable un escenario sin acuerdos en la revisión de 2026, con revisiones anuales indefinidas que prolongarían la incertidumbre y frenarían inversiones.
No al fin del T-MEC
El exsubsecretario de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker Pineda, quien lideró la renegociación del T-MEC por parte del gobierno mexicano, subrayó que no es conveniente reemplazar el acuerdo trilateral por pactos bilaterales.
Afirmó que las reglas de origen están diseñadas para beneficiar la integración regional y que los temas ajenos al comercio deben tratarse por vías diplomáticas.
Asimismo, instó a México a entrar al proceso de revisión con una postura firme en defensa del libre comercio y rechazando cualquier intento de imponer cuotas o medidas unilaterales bajo el pretexto de seguridad nacional.
Baker planteó que México debe estar dispuesto a colaborar en temas como la política frente a China, siempre y cuando esto derive en mayor integración y reducción de aranceles.
Finalmente, señaló que el gobierno mexicano debe tener claro en qué temas puede ceder y en cuáles no, advirtiendo que renegociar todo el tratado sería un error.
Con información de Expansión y El Universal.