IP pide facilidades fiscales y administrativas para reducción de jornada laboral

Representantes del sector empresarial propusieron que la transición de la jornada laboral se realice de forma gradual, flexible y con estímulos adecuados para evitar impactos

Durante el segundo Foro para la Implementación de la Jornada Laboral de 40 Horas, representantes del sector empresarial propusieron que la transición a esta nueva norma se realice de forma gradual, flexible y con estímulos adecuados, para evitar impactos negativos en la operación de las empresas. 

En lugar de apoyarse excesivamente en el uso de horas extras o asumir de inmediato los costos de contratación de nuevo personal, plantearon reorganizar el trabajo dentro de las compañías, acompañar la reforma con incentivos fiscales y flexibilizar la manera en que se calculan y distribuyen las jornadas laborales.

Uno de los planteamientos centrales fue hecho por Alejandro Malagón, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), quien expuso que han evaluado diferentes escenarios para adaptarse a la reducción de la jornada laboral:

  • Pagar horas extras para mantener la producción implicaría una afectación de hasta 38% en los resultados empresariales. 
  • Contratar más personal, lo que generaría un incremento del 22% en los costos. 
  • Una reorganización operativa que combine automatización y ajustes en los procesos internos, pero que requiere inversión y condiciones adecuadas, así como tiempo para su implementación.

Malagón también destacó la importancia de revisar cómo esta reforma impactará otras prestaciones vinculadas a la jornada laboral, como vacaciones, seguridad social y primas. 

Subrayó que el objetivo debe ser evitar distorsiones legales y sobrecostos que dificulten la aplicación de la medida. 

En el mismo sentido, pidió analizar el esquema actual de horas extra, tanto en su límite como en su costo fiscal, para que estas no se conviertan en una carga desproporcionada ni para las empresas ni para los trabajadores.

Desde la industria maquiladora, Humberto Martínez Cantú, presidente de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), señaló que sectores como el manufacturero continuo, que operan bajo esquemas 24/7, necesitan jornadas más amplias. 

Aseguró que una jornada máxima semanal de 40 horas “hace imposible mantener operaciones sin interrupciones” y solicitó que el marco legal contemple excepciones. 

Además, propuso que la reforma reconozca como efectivas solo las horas reales de trabajo, sin incluir los descansos diarios obligatorios, para no reducir aún más el tiempo disponible para producción.

Martínez también insistió en que las empresas deben tener libertad para organizar sus jornadas de trabajo en cinco o seis días, según su operación, sin que la reducción de la jornada implique automáticamente dos días de descanso. 

A su juicio, el nuevo modelo debe ir acompañado de una actualización normativa que permita mantener un umbral legal de horas extraordinarias hasta las 57 horas semanales, con un esquema escalonado que fije pagos diferenciales según el número de horas extra laboradas.

En conjunto, los empresarios coincidieron en que la reforma solo será exitosa si se adapta a las condiciones reales de cada industria, si se implementa de manera ordenada y si va acompañada de medidas que garanticen estabilidad, productividad y competitividad.

Con información de El Economista.