CIIT mueve primer cargamento de autos

El cruce de 900 vehículos a través del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) fue celebrado como un hito logístico

El cruce de 900 vehículos a través del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) fue celebrado como un hito logístico para los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz.

Este cargamento piloto, que llegó desde Corea del Sur a bordo del buque Glovis Cosmo, fue transportado por ferrocarril en la llamada Línea Z hasta Coatzacoalcos, desde donde fueron exportados hacia Estados Unidos mediante el barco RCC África. 

Esta es la primera operación registrada de importación de autos asiáticos por Salina Cruz y de exportación por Coatzacoalcos, destacando al CIIT como un elemento para la integración logística entre Asia y América del Norte.

Se mantienen exportaciones a la baja

A pesar de su carga simbólica la operación no logró revertir la tendencia negativa del comercio automotriz marítimo en México.

Las exportaciones de vehículos por vía marítima cayeron 28% en el primer cuatrimestre del año, con un total de 330,521 unidades, frente a las 458,521 registradas en el mismo periodo de 2024.

En contraste, las importaciones de autos asiáticos aumentaron 6.3%, alcanzando las 294,467 unidades, especialmente desde China y Corea del Sur.

Reacomodo en los puertos marítimos

De acuerdo con información de T21, la infraestructura y especialización portuaria siguen siendo determinantes para el comercio automotriz:

  • Lázaro Cárdenas consolidó su liderazgo como el principal receptor de vehículos desde Asia, gracias a su infraestructura ya desarrollada.
  • Manzanillo y Acapulco han dejado de ser opciones viables para las armadoras asiáticas.
  • Mazatlán aparece como una terminal emergente con potencial creciente.
  • Salina Cruz, aunque ahora en el mapa, aún está lejos de representar un volumen relevante.

¿Y ahora qué?

Aunque la operación del CIIT tiene un alto valor estratégico en el largo plazo, aún enfrenta desafíos logísticos, de conectividad y de regularidad. 

Su capacidad para competir con corredores consolidados como el de Lázaro Cárdenas dependerá de su continuidad operativa, inversión en infraestructura y eficiencia en trámites aduaneros y ferroviarios.

El reto inmediato será lograr que este tipo de operaciones piloto se transformen en un flujo constante de comercio, que justifique su papel como alternativa real en las rutas Asia–Norteamérica.

Con información de Forbes México.