Las organizaciones deben establecer protocolos específicos para atender situaciones de crisis o estrés agudo, señaló Reyna Encinas, psicóloga y técnica en urgencias, al advertir sobre la importancia de intervenir en las primeras 72 horas después de un evento crítico.
De no hacerlo, indicó, pueden surgir consecuencias que afectan la productividad y el sentido de pertenencia de los empleados.
Encinas explicó que el estrés laboral es acumulativo. Aunque el cuerpo humano puede enfrentar crisis puntuales, no está diseñado para sostener múltiples episodios sin periodos de recuperación.
Advirtió que este desgaste puede derivar en cuadros de ansiedad, depresión e incluso suicidio, por lo que la salud emocional de los trabajadores debe atenderse de forma preventiva.
Indicó que las crisis emocionales tienen un origen multifactorial, aunque el entorno laboral influye significativamente en la carga emocional. Subrayó que ver el trabajo como una obligación y no como una fuente de realización genera un desgaste constante que repercute en la salud mental.
Entre las señales de alerta mencionó cambios de conducta como el aislamiento social, pérdida de apetito, insomnio, consumo de sustancias o irritabilidad. Señaló que tanto gerentes como compañeros de trabajo pueden detectar estos síntomas si observan atentamente las rutinas del equipo.
Encinas destacó que ante un evento impactante, como un accidente o conflicto severo dentro de la empresa, los síntomas pueden aparecer de inmediato y deben atenderse sin demora.
Por ello, recomendó que las empresas cuenten con personal capacitado en primeros auxilios psicológicos y con programas para canalizar a los empleados con especialistas.
Planteó que debe existir un protocolo claro que incluya derivaciones con profesionales, acompañamiento interno y espacios seguros para que los colaboradores puedan liberar estrés.
Señaló que habilitar zonas dentro del centro de trabajo donde el empleado pueda desconectarse, llorar, respirar o expresar frustración sin juicio puede generar efectos positivos.
Con información de El Imparcial