Aunque la manufactura mexicana avanza hacia la digitalización con el uso de tecnologías como brazos robóticos y sistemas de control industrial, persisten vulnerabilidades críticas heredadas del pasado.
Durante el Fortinet OT Summit celebrado en Ciudad Juárez, Roberto Suzuki, director de tecnología operativa para Latinoamérica de Fortinet, advirtió que muchas fábricas operan con plataformas obsoletas como Windows XP, expuestas a ciberataques capaces de detener por completo la producción.
El foro, celebrado fuera de polos tradicionales como Ciudad de México y Monterrey, buscó acercar el debate sobre ciberseguridad industrial a zonas con alta actividad maquiladora.
En su intervención, Suzuki explicó que, a diferencia del entorno corporativo donde ya hay procesos de seguridad más maduros, en el sector industrial las medidas están apenas en fase inicial.
Uno de los principales riesgos es la conexión de sistemas operativos antiguos a internet o redes externas, lo que abre puertas a ataques.
Según Fortinet, muchos incidentes comienzan fuera de la planta, a través de correos maliciosos o accesos remotos inseguros, y luego se trasladan lateralmente hasta alcanzar sistemas de producción.
El impacto económico es inmediato. Dos de cada tres ataques registrados en el sector manufacturero afectaron la operación directa, según una encuesta de Fortinet.
En México, ya se han documentado casos de plantas completamente paralizadas por este tipo de incidentes, aunque por confidencialidad no se revelaron nombres.
La empresa recomienda una estrategia de defensa en profundidad que incluye la separación entre redes corporativas y operativas, el control riguroso de accesos remotos y la vigilancia de dispositivos como memorias USB, que siguen siendo comunes en entornos industriales.
Además, Suzuki subrayó que el problema también es cultural. Ingenieros y operadores suelen priorizar la continuidad operativa sobre la seguridad, lo que dificulta la adopción de medidas preventivas.
Las amenazas no se limitan al sector industrial: hospitales y clínicas también han sido blanco de ataques que inhabilitan equipos médicos esenciales.
En una región estratégica como la frontera norte de México, estas vulnerabilidades representan una amenaza directa a la continuidad del negocio y la competitividad regional.
Con información de El Economista.