La incorporación de la inteligencia artificial (IA) representa una oportunidad para los asesores financieros, al facilitar su labor, mejorar la eficiencia de sus procesos y fortalecer el acompañamiento a clientes en aspectos conductuales.
Durante el Foro de Fondos 2025, organizado por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), Julio César Méndez Ávalos, CEO de Skandia México, señaló que el sector presenta un ritmo de crecimiento de 25% y una base de 13 millones de clientes, con una presencia actual de entre 37,000 y 38,000 asesores financieros. Esta situación, dijo, abre oportunidades de expansión, especialmente para asesores independientes.
Julio González Machorro, director de Desarrollo de Negocios del Segmento Patrimonial en México de Vanguard América Latina, mencionó que, según una investigación realizada por la firma, un asesor financiero puede aportar 300 puntos básicos de valor a sus clientes.
Explicó que esta aportación se compone de cuatro elementos. El primero es la asignación de activos, que considera los objetivos financieros y la diversificación de productos. El segundo, el cumplimiento de metas específicas como el pago de estudios o vacaciones.
El tercero, el coaching conductual, el cual aborda la reacción emocional de los clientes ante eventos externos, como decisiones políticas o económicas. El cuarto factor es la experiencia del cliente, que incide en la confianza y lealtad hacia el asesor.
González Machorro señaló que estos elementos ayudan a evitar fugas de costos, activos y retornos, y permiten evaluar si lo que se paga es adecuado a largo plazo.
Respecto al papel de la inteligencia artificial, Francisco José Brunet Navarrete, director de Negocio Institucional & Redes Internas de Santander Asset Management, consideró que esta tecnología no reemplazará a los asesores, sino que complementará su trabajo. “No es inteligencia artificial o asesor, es asesor más IA”, afirmó.
Añadió que en el corto y mediano plazo, se requerirá de asesores más capacitados para enfrentar una mayor complejidad, con un uso intensivo de herramientas tecnológicas y énfasis en el acompañamiento a los clientes. “La tecnología nos va a liberar tiempo. Esta profesión tiene futuro. El asesor no es el futuro, pero sí el puente hacia él”, concluyó.
Con información de Expansión