México se mantiene como un actor clave en la manufactura de dispositivos médicos, al concentrar cerca del 60% de la producción del sector en el continente. Sin embargo, enfrenta desafíos críticos que podrían comprometer su posición frente a competidores emergentes como Costa Rica, Malasia o Vietnam.
De acuerdo con Héctor Orellana, vicepresidente de Medtronic para Norte de Latinoamérica y presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), los principales obstáculos son los cuellos de botella regulatorios en Cofepris y la escasez de talento especializado.
Aunque reconoce avances en la gestión digital, Orellana subraya que “los tiempos actuales no son compatibles con la urgencia médica” y advierte que una regulación desactualizada puede frenar la adopción de tecnologías probadas internacionalmente.
Medtronic, que opera 79 centros de manufactura en el mundo, considera estratégica su planta en México, desde donde exporta dispositivos altamente especializados a América Latina, Europa y Asia.
Sin embargo, los crecientes requerimientos de trazabilidad por parte de Estados Unidos han elevado las exigencias para las fábricas mexicanas, que operan bajo presión para cumplir estándares internacionales.
A nivel local, la formación de ingenieros, técnicos y médicos no avanza al ritmo del crecimiento industrial, especialmente en estados clave como Baja California, que concentra más del 50% de la fuerza laboral del sector.
En respuesta, Medtronic ha capacitado a más de 1,800 médicos mexicanos en los últimos dos años como parte de su compromiso con la adopción tecnológica.
Desde AMID, empresas como Johnson & Johnson, Boston Scientific, Siemens Healthineers y Philips han propuesto una hoja de ruta al gobierno mexicano para modernizar la regulación sanitaria, mejorar la infraestructura hospitalaria y formar capital humano.
Según Orellana, la respuesta institucional ha sido receptiva, aunque insiste en que el tiempo es clave: “Lo que hoy es una ventaja competitiva puede volverse una debilidad estructural si no actuamos”.
La industria, concluye el directivo, ya no habla solo de fábricas, sino de ecosistemas tecnológicos que deben garantizar no solo la producción y exportación, sino también el acceso de los pacientes mexicanos a estas innovaciones médicas.
Con información de Expansión.