Durante la inauguración de la 88 Convención Bancaria, el gobierno federal, el Banco de México y la Asociación de Bancos de México (ABM) suscribieron un acuerdo para incrementar en 3.5 por ciento anual el financiamiento a pequeñas y medianas empresas durante la actual administración.
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, señaló que uno de los pendientes relevantes para el país es el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que, según los Censos Económicos 2024 del Inegi, representan el 99.8 por ciento de los establecimientos, es decir, 5.4 millones de empresas, y generan el 70.6 por ciento del empleo nacional, con más de 19.6 millones de personas ocupadas. Indicó que sólo el 4.4 por ciento de estas empresas cuenta con financiamiento bancario, equivalente a unas 242 mil unidades económicas.
Amador indicó que es necesario que las autoridades financieras y la banca reconozcan esta situación y continúen trabajando para reducir las brechas de acceso al crédito, particularmente entre las Mipymes.
También expuso que con el objetivo de establecer una estrategia para incrementar el bienestar, reducir desigualdades e impulsar el crecimiento económico, el Gobierno de México presentó el Plan México, cuyo propósito es fortalecer el mercado interno y el salario, aumentar la soberanía alimentaria y energética, incrementar la producción nacional, reducir importaciones, promover la relocalización de cadenas productivas y fortalecer los programas de bienestar.
El funcionario añadió que la inversión extranjera directa en 2024 alcanzó 36,872 millones de dólares, lo que representó un incremento de 2.3 por ciento respecto al año anterior y un nuevo nivel récord.
Respecto a la deuda pública, informó que el gobierno federal ha mantenido una política de disciplina y responsabilidad, con un nivel de deuda de 49.2 por ciento del PIB, concentrada en instrumentos de tasa fija y de largo plazo. Indicó que esta estrategia ha permitido mejorar condiciones y diversificar las fuentes de financiamiento.
Amador afirmó que los resultados económicos y fiscales han contribuido a mantener la calificación crediticia de México, que conserva su grado de inversión con las ocho agencias calificadoras, con perspectivas estables en la mayoría de ellas.
Con información de la SHCP