Aunque México no fabrica aviones comerciales, se ha consolidado como un eslabón clave en las cadenas de suministro de Boeing y Airbus, posicionándose como un socio estratégico en la industria aeroespacial global. 

Actualmente, existen en el país alrededor de 400 instalaciones del sector, de las cuales más del 90% se enfocan en manufactura, según datos de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA).

Boeing ha fortalecido su presencia en México, particularmente en Tijuana, donde produce interiores de aeronaves, mientras Airbus fabrica en Querétaro 4 mil puertas de avión al año, con planes de aumentar a 6 mil unidades. 

Sin embargo, las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos han encendido alertas. “Hoy en día es demasiado volátil para decir si estamos viviendo un impacto sí o no”, advirtió Arturo Barreira, presidente de Airbus Latinoamérica y el Caribe.

La imposición de aranceles del 25% por parte de la administración de Donald Trump amenaza con encarecer las operaciones. 

Actualmente, el 80% de las exportaciones aeroespaciales mexicanas tienen como destino Estados Unidos, lo que expone al sector a riesgos inmediatos si cambian las condiciones de acceso preferencial. 

El sector aeronáutico estadounidense, a través de compañías como American Airlines, presiona a la Casa Blanca para eximir de aranceles a esta industria.

En 2024, la inversión extranjera directa en la fabricación de equipo aeroespacial en México sumó 343 millones de dólares (mdd), impulsando la producción de componentes de alta complejidad como trenes de aterrizaje, sistemas de propulsión y sistemas eléctricos. La balanza comercial del sector cerró con un superávit de 2 mil 37 mdd.

Luis Lizcano, presidente de la FEMIA, subrayó que para mantener la competitividad será crucial certificar el contenido regional de los productos y así garantizar los beneficios del T-MEC.

Con información de Expansión.