El 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una jornada impulsada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para sensibilizar sobre la importancia de prevenir accidentes y enfermedades laborales.
La fecha se originó en memoria del colapso del L’Ambiance Plaza en 1987 en Connecticut, donde murieron 28 trabajadores, y desde 1996 se promueve internacionalmente.
De acuerdo con la OIT y la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi 2 millones de personas fallecen anualmente por causas relacionadas con el trabajo, siendo las jornadas laborales extensas el principal factor de riesgo.
En México, el IMSS reporta un promedio de mil accidentes de trabajo diarios, la mayoría en actividades consideradas de bajo riesgo.
Además, en el 85% de los casos está involucrado un acto inseguro del trabajador, como el uso inadecuado de equipo de protección o posturas peligrosas.
Desde 2022, la seguridad y salud en el trabajo se reconocen como un derecho fundamental por la OIT, al mismo nivel que la libertad sindical o la eliminación del trabajo infantil, comprometiendo a todos los Estados miembros a respetarlo.
Para 2025, el enfoque del Día Mundial se centra en los riesgos derivados de la digitalización y el uso de nuevas tecnologías.
El reciente informe de la OIT, Revolución de la seguridad y la salud: Papel de la IA y la digitalización en el trabajo, advierte sobre desafíos como el aislamiento social, el aumento de cargas laborales por gestión algorítmica, la disminución de la autonomía de los trabajadores y el incremento de riesgos ergonómicos y psicosociales.
La conmemoración subraya la urgencia de fortalecer la prevención y adaptar la protección laboral a los nuevos escenarios tecnológicos.
Con información de El Economista.