La automotriz surcoreana Hyundai anunció el traslado de parte de la producción de su modelo Tucson de México a su planta en Alabama, en respuesta a los aranceles del 25% impuestos por el gobierno del presidente Donald Trump a las importaciones de automóviles y autopartes desde el 2 de abril.
La medida forma parte de un plan de acción más amplio que incluye un grupo de trabajo creado este mes para minimizar el impacto económico de las nuevas políticas arancelarias, además de una inversión de 21 mil millones de dólares comprometida para expandir su producción en Estados Unidos.
Hyundai también evalúa trasladar parte de su producción destinada al mercado estadounidense desde Corea del Sur a otras ubicaciones.
Aunque el movimiento de producción es limitado (16 mil unidades fabricadas en México en 2024), marca un cambio significativo ante las tensiones comerciales.
La empresa destacó que busca aumentar el abastecimiento local de autopartes y mantiene conversaciones con General Motors (GM) sobre posibles colaboraciones, vinculadas a su estrategia ante los aranceles.
Por su parte, General Motors, el mayor fabricante de vehículos ligeros en México, con más de 889 mil unidades en 2024 según el INEGI, pidió claridad al gobierno de Trump sobre su política comercial.
Su presidenta, Mary Barra, subrayó la necesidad de consistencia regulatoria para planificar inversiones a largo plazo, y defendió el cumplimiento estricto del T-MEC.
Barra advirtió que los nuevos aranceles afectan la compleja cadena de suministro de la industria y contradicen los principios del tratado vigente desde 2020.
Además de los aranceles a vehículos, Trump ha impuesto un 25% a las importaciones de acero y aluminio, golpeando a fabricantes que dependen de estos insumos, como los instalados en México y Canadá.
A esto se suma la próxima entrada en vigor, el 4 de mayo, de otro arancel del 25% a las autopartes, lo que podría encarecer aún más las cadenas productivas regionales.
Con información de Forbes México y Reforma.