El gobierno de Estados Unidos anunció que impondrá un arancel de 20.91% a la mayoría de las importaciones de tomate mexicano a partir del 14 de julio, tras su retiro de un acuerdo que, según el Departamento de Comercio, no protegió a los productores nacionales.
En 2024, Estados Unidos importó tomates mexicanos con un valor de aduana de 3,243 millones de dólares, lo que representó un incremento interanual de 15%. México fue el origen del 86% de las importaciones de esta hortaliza, una proporción que se ha mantenido estable en los últimos años.
El Departamento de Comercio señaló que esta medida permitirá a los productores estadounidenses competir en condiciones que considera más equitativas. Por su parte, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) expresó su preocupación al considerar que se trata de una medida unilateral que distorsiona el comercio agrícola bilateral.
Actualmente, el tomate mexicano representa el 55% del consumo de tomate en Estados Unidos, y el 98% de las exportaciones mexicanas de este producto se dirige a ese país. Según el GCMA, el tomate mexicano ha contribuido a mantener precios accesibles y disponibilidad constante en el mercado estadounidense.
GCMA señaló que la decisión del gobierno estadounidense responde en gran medida a la presión de productores de Florida, quienes han presentado acusaciones de dumping no comprobadas. La organización agregó que los productores mexicanos tienen ventajas en logística, costos y calidad.
De concretarse, la medida podría afectar a exportadores, productores, consumidores y cadenas de autoservicio en Estados Unidos.
En 2019, los productores mexicanos de tomate alcanzaron un acuerdo con la administración del entonces presidente Donald Trump para evitar una investigación antidumping. El Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA, por sus siglas en inglés), firmado entre el Departamento de Comercio de Estados Unidos y los productores/exportadores signatarios de tomates frescos cultivados en México, establece que estos productos deben venderse al precio de referencia del TSA o a un precio superior.
El acuerdo, vigente desde el 19 de septiembre de 2019, aplica a todos los tomates frescos y refrigerados, con excepción de los destinados al procesamiento. Desde 1996, los tomates importados desde México se han regido por acuerdos de suspensión, con nuevas versiones firmadas en 2002, 2008, 2013 y 2019.
En la actualización de 2019, el Departamento de Comercio estableció precios de referencia por libra: tomates tipo round y roma en 0.31 dólares; con tallo en 0.46; en la vid en 0.50; sueltos especiales en 0.49; y envasados especiales en 0.59. Los tomates orgánicos deben venderse a un precio 40% superior al de los no orgánicos. El acuerdo también contempla mecanismos de inspección.
Con información de El Economista