La economía mexicana enfrenta un panorama complejo en 2025, marcado por las políticas arancelarias de Donald Trump que afectan el comercio internacional y una posible recesión económica.
Las políticas arancelarias
Ana Azuara, gerente de Análisis Económico de Banco BASE, explica que las amenazas de imposición de aranceles buscan reducir la migración indocumentada, frenar el tráfico de fentanilo y recuperar la manufactura en Estados Unidos, además de contener el avance económico de China.
México, que envía el 83.06% de sus exportaciones a Estados Unidos, podría verse severamente afectado por esto.
La especialista considera que el sector automotriz, clave para la economía mexicana, cumple con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) lo que lo protege parcialmente de los aranceles.
Sin embargo, el gobierno estadounidense anunció que aplicará el 25% a los automóviles ensamblados fuera de Estados Unidos. Para reducir el impacto a sus socios comerciales más cercanos, la Casa Blanca dio a conocer que las importaciones de vehículos de México y Canadá estarán sujetas a un arancel promedio menor en comparación con otros países.
Esto será posible gracias a una nueva metodología que permitirá descontar proporcionalmente el valor de las autopartes de origen estadounidense integradas en los autos exportados.
“Los importadores de automóviles bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tendrán la oportunidad de certificar su contenido estadounidense y se implementarán sistemas tales que el arancel de 25% sólo se aplicará al valor de su contenido no estadounidense”, informó la Casa Blanca mediante una hoja informativa.
Otros sectores que actualmente enfrentan la imposición de aranceles son el del acero y aluminio. Con solo el 1% de sus exportaciones bajo el T-MEC, ya están sujetos a tarifas del 25%.
Por otro lado, las empresas chinas instaladas en México por el nearshoring podrían enfrentar riesgos si Trump impone aranceles adicionales, aunque por ahora no son su foco principal.
La desaceleración económica y otros indicadores
La incertidumbre comercial se abona a que la economía mexicana muestra signos de desaceleración, incluso desde antes de la imposición de aranceles.
Azuara señala que en el cuarto trimestre de 2024, el PIB registró una contracción del 0.63%, y se espera otra caída en el primer trimestre de 2025, lo que configuraría una recesión técnica.
El consumo privado, motor del crecimiento, también se contrajo un 0.82%, reflejando la cautela de los consumidores. La inflación, aunque en descenso (3.6% anual en la primera quincena de marzo), no compensa el deterioro económico.
El Banco de México podría recortar su tasa de interés, actualmente en 9.5%, hasta 8.5% para fin de año, en contraste con la Reserva Federal de Estados Unidos, que mantendría tasas altas ante posibles repuntes inflacionarios.
El tipo de cambio, que ha mostrado volatilidad, podría estabilizarse cerca de los 20 pesos por dólar si las relaciones con Trump mejoran, pero superaría los 21 pesos en un escenario de tensiones.
En cuanto a sectores específicos, el agrícola se perfila como resiliente debido a la dependencia estadounidense de alimentos mexicanos para atender su demanda.
El panorama para 2025 muestra diversos retos para el país y dependerá en gran medida de la evolución de las políticas comerciales de Trump, además de su capacidad para mantener su atractivo como socio manufacturero.