El gobierno de Estados Unidos analiza la posibilidad de modificar la aplicación de aranceles programados para el 2 de abril, considerando la exclusión de algunos sectores y el mantenimiento de tarifas “recíprocas” contra distintos países, según informó un funcionario de la Casa Blanca a la agencia AFP.
Washington había anunciado previamente gravámenes a México y Canadá, los cuales fueron parcialmente aplazados en dos ocasiones, así como a sectores específicos como el automotor, el farmacéutico y el de semiconductores.
Un funcionario de la Casa Blanca indicó que los aranceles dirigidos a estos sectores “podrían implementarse o no el 2 de abril” y señaló que la situación “aún es inestable”.
No se ha confirmado el futuro de los aranceles a México y Canadá, países que, según el presidente Donald Trump, no han tomado medidas suficientes contra el tráfico ilegal de fentanilo, sustancia vinculada a miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
El funcionario también aseguró que se aplicarán aranceles “recíprocos”, equivalentes a las tarifas que otros países imponen a bienes estadounidenses. Trump ha cuestionado estas tarifas, señalando que afectan la economía del país y que el 2 de abril marcaría un punto de inflexión en la política comercial de su administración.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, informó la semana pasada que Washington notificará a sus socios comerciales sobre el baremo de barreras no arancelarias y tarifas aduaneras. Estas barreras incluyen regulaciones que pueden limitar el acceso de productos extranjeros y subsidios que afectan los costos de producción. Según Bessent, los países que eliminen estas prácticas podrían evitar nuevos aranceles.
Durante la misma entrevista, adelantó que los nuevos gravámenes afectarán al 15% de los países con desequilibrios comerciales con Estados Unidos, a los que calificó como “los 15 sucios”.
Con información de El Economista