La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a todas las exportaciones mexicanas, incluidas las autopartes, afectará directamente a los consumidores estadounidenses.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) estima que el precio promedio de los automóviles aumentará hasta 3,000 dólares, y las ventas podrían caer en un millón de unidades en 2025.
El sector automotriz en América del Norte genera más de 11 millones de empleos y depende de una cadena de suministro en la que las autopartes cruzan las fronteras múltiples veces.
La INA estima que los aranceles representarán un costo adicional de más de 20,000 millones de dólares para los consumidores, además de generar disrupciones en las cadenas de suministro.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) señaló que los aranceles tendrán un impacto significativo en la economía de Estados Unidos y la región de América del Norte.
Subrayó que la integración comercial lograda por el T-MEC ha fortalecido a los tres países y debe seguir siendo la base para su crecimiento económico.
La INA, junto con otros actores del sector automotriz en México, como la AMIA y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, afirmó su compromiso de continuar el diálogo con el Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, para mitigar el impacto de los aranceles y defender la industria automotriz en la región.
Buscan nuevos proveedores
Thomas Kowal, CEO de Leggera Technologies, empresa que fabrica componentes automotrices, advirtió que un arancel del 25% a los productos provenientes de México sería devastador para su negocio.
Kowal se reunió con ejecutivos de su proveedor automotriz en Detroit para evaluar cómo enfrentar esta medida propuesta por el presidente Trump.
La industria automotriz, que importa más productos de México y Canadá que cualquier otro sector, enfrentaría aumentos de costos que podrían elevar los precios de los vehículos en todo Estados Unidos.
En 2023, EU importó alrededor de 147 mil millones de dólares en vehículos y autopartes de México.
Para mitigar los posibles efectos, algunas empresas, como General Motors, están acelerando importaciones y considerando trasladar parte de la producción a EU.
Otros, como Chuck Dardas, presidente de AlphaUSA, proveedor en Michigan, expresan su incertidumbre ante las consecuencias inmediatas de los aranceles.
Los proveedores de autopartes también se están preparando para negociar con los fabricantes automotrices sobre cómo dividir los costos adicionales. Vanessa Miller, abogada de Foley & Lardner LLP, destacó que algunos proveedores están exigiendo que las armadoras asuman la totalidad de los nuevos aranceles.
Además, Jerome Dorlack, CEO de Adient, y Mikael Bratt, CEO de Autoliv, advirtieron que trasladarán el costo de los aranceles a los clientes.
La situación pone en peligro los márgenes de ganancia de las empresas, que históricamente han sido bajos, y genera incertidumbre en la cadena de suministro automotriz en Norteamérica.