¿Qué efectos tendrían los aranceles de EE. UU. en México?

Sectores como la manufactura automotriz y electrónica, así como estados fronterizos como BC, Chihuahua, Coahuila y NL, serían los más afectados.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondría aranceles de 25% a las importaciones mexicanas a partir del 1 de febrero como medida de presión para el control de los flujos de migración hacia ese país.

Durante la cápsula informativa “Expectativa sobre Crecimiento Económico en enero 2025”, la Mtra. Ana Azuara, gerente de Análisis Económico en Banco BASE, brindó una perspectiva del entorno financiero de México para este año, centrándose en el impacto potencial de los aranceles. 

En este contexto, destacó que ante la alta dependencia comercial de México con EE.UU. —el 85.7% de las exportaciones mexicanas se dirigen a ese país y Canadá—, la aplicación de las tarifas generaría una contracción del 4.4% del PIB en 2025, en contraste con el crecimiento del 0.8% proyectado sin medidas restrictivas. 

Sectores clave como la manufactura automotriz y electrónica, así como estados fronterizos como Baja California, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León, serían los más afectados debido a su vinculación directa con cadenas de suministro transfronterizas.

¿Cómo prepararse para los aranceles?

Ana Azuara enfatizó la necesidad de que las empresas mexicanas adopten estrategias proactivas. Entre ellas, destacó la implementación de coberturas cambiarias para gestionar la volatilidad del peso, que en 2024 alcanzó mínimos históricos frente al dólar.

Además, recomendó realizar un análisis detallado de la exposición financiera, identificando vulnerabilidades en flujos de efectivo, costos de producción y deudas en dólares. 

Por otro lado, la diversificación de mercados, aunque compleja por la especialización de productos mexicanos, fue otra sugerencia clave para reducir la dependencia de EE.UU., explorando oportunidades en América Latina o Europa.

Otros aspectos a observar

La economista también alertó sobre riesgos adicionales, como presiones inflacionarias derivadas del aumento en los precios de importaciones, que podrían reducir las compras en un 1.33% por cada incremento del 1% en los costos. 

A esto se sumaría una posible escalada comercial si México replica los aranceles, medida que, si bien afectaría a EE.UU., también encarecería insumos y productos para el consumidor local. 

Sin embargo, Azuara señaló factores positivos: el consumo interno se mantiene resiliente gracias a una tasa de desempleo baja (2.59% en 2024) y el flujo récord de remesas, impulsado por el “súper peso”.

En medio de la incertidumbre, la especialista destacó que el Plan México representa una oportunidad para atraer inversión extranjera directa y fortalecer la producción nacional, aunque el 86% de la IED en 2024 correspondió a reinversión de utilidades. 

Subrayó la importancia de prepararse para la revisión del T-MEC en 2026, monitoreando cláusulas como el “Sunset Clause”, que establece un periodo de 10 años para redefinir el acuerdo.

Para concluir, la analista insistió en que la paralización no es una opción. Las empresas deben priorizar la medición de riesgos, el uso de herramientas financieras y la construcción de alianzas estratégicas. 

Con el posible inicio de aranceles el 1 de febrero de 2025, la vigilancia de anuncios políticos y ajustes operativos será fundamental.

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