El Servicio de Administración Tributaria (SAT) presentó el Plan Maestro de Fiscalización 2025, cuyo objetivo es alcanzar una recaudación histórica de 5.3 billones de pesos sin la necesidad de crear nuevos impuestos.
Este plan tiene como ejes centrales la implementación de tecnología avanzada y el fortalecimiento de la fiscalización para garantizar un cumplimiento más riguroso por parte de las empresas.
Durante el webinar Plan Maestro del SAT 2025 ¿Cómo prepararnos para una fiscalización profunda?, el C.P. Rafael Rubí, socio director en Grant Thornton Tijuana, destacó diversas estrategias para que las empresas se preparen y afronten con éxito este panorama fiscal. A continuación, exploramos en profundidad las recomendaciones más relevantes.
Desarrollar un sistema de compliance robusto
Para enfrentar este desafío, recomendó a las empresas fortalecer su sistema de cumplimiento fiscal, asegurándose de que no solo se limite a presentar declaraciones a tiempo, sino que integre procesos internos que garanticen la materialidad y legitimidad de cada operación.
Según Rubí, el primer paso es mantener documentación integral y confiable. Esto incluye registros contables claros y precisos, respaldados por contratos, acuerdos y demás evidencia necesaria para justificar la razón de negocios detrás de cada transacción.
La materialidad es un concepto fundamental: las autoridades no solo revisan la existencia de los documentos sino también su validez en términos de cómo cada operación contribuye directamente al ingreso y a la actividad económica de la empresa.
Por lo tanto, señaló que es esencial implementar conciliaciones mensuales que alineen los registros internos con la información disponible en las plataformas del SAT, lo que permite identificar y corregir discrepancias antes de que se conviertan en puntos de atención durante una auditoría.
Gestión del IVA
La gestión del Impuesto al Valor Agregado (IVA) es otro aspecto prioritario dentro para la correcta administración fiscal de las empresas.
En ese sentido, el socio director de Grant Thornton Tijuana señaló que las devoluciones de este impuesto siempre han sido complejas pero ahora requieren evidencias más exhaustivas por parte de las empresas.
El SAT no solo solicita contratos y CFDI, sino también documentación adicional como fotografías de obras realizadas, registros de entrada y salida de proveedores y, en algunos casos, traducciones de contratos internacionales.
Este nivel de detalle refleja la intención del SAT de garantizar que los saldos a favor sean legítimos y concuerden con la materialidad de las operaciones. Por ello, las empresas deben revisar constantemente sus procesos y asegurarse de que todo el soporte documental esté completo y en orden.
Implementación de tecnología
Rafael Rubí expuso que, en términos de tecnología, el SAT ha adoptado herramientas avanzadas como algoritmos e inteligencia artificial para mejorar la detección de irregularidades fiscales. Sin embargo, muchas empresas todavía subutilizan las herramientas tecnológicas disponibles para optimizar sus procesos.
En ese tenor, señaló que invertir en software de conciliación fiscal puede marcar la diferencia pero también es esencial capacitar al personal para que estas herramientas se utilicen de manera efectiva.
El especialista puntualizó que la tecnología no debe ser un recurso reactivo sino una herramienta estratégica para anticiparse a las fiscalizaciones y evitar errores comunes, como claves fiscales incorrectas o fechas erróneas en los CFDI.
Correcta administración del comercio exterior
Por otro lado, mencionó que el comercio exterior también es un área de enfoque clave en el Plan Maestro 2025, reforzando especialmente la supervisión en temas como las clasificaciones arancelarias incorrectas, el cumplimiento de plazos en mercancías temporales bajo el programa IMMEX y la correcta utilización de certificados de origen en tratados como el T-MEC.
Además, la autoridad ahora solicita accesos directos a los sistemas de control de inventarios de las empresas para garantizar que se cumpla con la normativa en el apartado C del Anexo 24.
Esto pone de manifiesto la necesidad de realizar auditorías preventivas de todas las operaciones de comercio exterior así como de mantener una documentación aduanera que cumpla estrictamente con los estándares establecidos.
Cambios en los precios de transferencia
En cuanto a los precios de transferencia, la eliminación del esquema APA (Acuerdos Precios Anticipados) a partir de este 2025 y la adopción obligatoria del Safe Harbor como única opción legal para que las maquiladoras cumplan con los precios de transferencia han generado nuevos retos.
El SAT también está ampliando su alcance al exigir estudios de precios de transferencia para la maquila y otras transacciones con partes relacionadas, como regalías, asistencia técnica y reembolsos de gastos. Las empresas deben asegurarse de que estos estudios estén actualizados y cubran todas las operaciones relevantes para evitar problemas futuros.
Cumplimiento oportuno es fundamental
Finalmente, Rubí destacó la importancia de la puntualidad en la presentación de declaraciones fiscales. Este aspecto, que podría parecer básico, es un factor determinante que el SAT utiliza para evaluar el nivel de cumplimiento de las empresas.
Por ello, es imprescindible confirmar que todas las declaraciones informativas sean completas y precisas, utilizando correctamente las plataformas del SAT para evitar errores en los prellenados.
El Plan Maestro 2025 del SAT representa un desafío pero también una oportunidad para que las empresas adopten mejores prácticas y fortalezcan sus estructuras internas.
Las recomendaciones de Rubí ponen de manifiesto que el éxito en este nuevo entorno depende de la capacidad de las empresas para profesionalizarse y adoptar una cultura organizacional orientada al cumplimiento fiscal.
Prepararse no solo implica cumplir con las obligaciones actuales sino también anticiparse a las demandas futuras, utilizando tecnología y procesos internos sólidos.