Desde 2019, los salarios en México han aumentado considerablemente, pero la productividad no ha seguido el mismo ritmo, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP). 

Según su Análisis Económico Ejecutivo, los salarios mínimos crecieron un 215.5% en los últimos seis años, pero la productividad ha disminuido en comparación con otros países emergentes y socios comerciales.

El CEESP destacó que, aunque los aumentos salariales son positivos para los trabajadores, deben ir acompañados de un incremento en la productividad para evitar que el costo unitario de la mano de obra y la competitividad de las empresas se vean afectados. 

En los últimos dos años, la productividad de la mano de obra mexicana mejoró modestamente, pero aún así el costo unitario aumentó un 35.2% de 2019 a 2022, por encima del promedio de la OCDE.

El informe también mencionó que factores como la informalidad laboral, la falta de competencia y la calidad del capital humano han contribuido a la caída de la productividad en México. 

Además, destacó que las condiciones fiscales y regulatorias no favorecen la formalidad en el empleo, lo que agrava la situación.

Por último, el CEESP señaló que para mejorar la competitividad, es necesario generar condiciones favorables para atraer inversión productiva, incluyendo infraestructura pública adecuada y reglas claras.

Con información de El Universal.