El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, estimó que si el gobierno de Donald Trump implementa un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México, se perderían 400 mil empleos en Estados Unidos.
Las principales empresas afectadas serían las automotrices como General Motors, Stellantis y Ford., destacó el funcionario.
También advirtió que el arancel afectaría no solo a México, sino también a empresas de Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón y Corea del Sur, que forman parte de un conglomerado industrial global.
En defensa del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), señaló que el intercambio comercial entre los tres países alcanzó 1.776,5 billones de dólares en 2024, representando el 30% del PIB mundial.
Ebrard propuso fortalecer la “estabilidad regional”, la “prosperidad compartida” y la “competitividad global” al optimizar las cadenas de suministro en Norteamérica, sugiriendo que, en lugar de imponer tarifas y acusaciones, se debe construir una región fuerte y competitiva.
Asimismo, mencionó que ha recibido el apoyo de sectores como el aeronáutico, agropecuario y financiero, y que busca acelerar acuerdos comerciales con la Unión Europea y Brasil.
México debe prepararse para cualquier escenario: AMIA
Odracir Barquera, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), señaló que es necesario esperar las acciones formales que se anunciarán en enero en Estados Unidos sobre los aranceles, para poder reaccionar adecuadamente.
Asimismo, destacó la importancia de prepararse para cualquier escenario, esperando detalles de las decisiones que Trump tomará una vez asuma la presidencia el 20 de enero.
Advierten posible recesión en México
El grupo financiero Base advirtió que la caída en las exportaciones, la disminución de la inversión extranjera directa y la contracción del PIB serían algunas de las consecuencias de la imposición de aranceles del 25% a las mercancías mexicanas por parte de Estados Unidos.
Además, el tipo de cambio superaría los 23 pesos por dólar y la inflación superaría el 5%.
Según Base, EE. UU. y Canadá representan el 86.3% de las exportaciones mexicanas, que a su vez constituyen el 36.9% del PIB.
Las exportaciones a estos países han mostrado un crecimiento, mientras que las exportaciones al resto del mundo han tenido una contracción.
La inversión extranjera directa recibida por México entre 2006 y 2024 ascendió a 589 mil 525 millones de dólares (mdd), de los cuales el 41.25% provino de Estados Unidos.
Una política de aranceles afectaría negativamente tanto las exportaciones como la inversión, lo que aumentaría el riesgo de recesión, afectando principalmente a la industria manufacturera.
Base también destacó que la industria manufacturera de exportación emplea a más de 2.9 millones de personas, el 13.04% del empleo formal en México. En este contexto, el PIB de 2025 podría experimentar una contracción de cerca del 2%.
Finalmente, el grupo financiero señaló que una respuesta espejo de imposición de aranceles a Estados Unidos, como sugirió la presidenta Claudia Sheinbaum, podría dañar aún más a México sin lograr disuadir a Donald Trump de sus objetivos relacionados con la crisis migratoria y de drogas.
IP pide no escalar guerra de aranceles con EE. UU.
El sector privado ha destacado la importancia de preservar el libre comercio y continuar con los principios del T-MEC para evitar una guerra arancelaria entre México y Estados Unidos.
Como respuesta a la amenaza la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, envió una carta al próximo mandatario estadounidense, donde destacó que el fenómeno migratorio y el consumo de drogas deben abordarse con cooperación y advirtió que una escalada en los aranceles podría poner en riesgo a las empresas de ambos países.
Larry Rubin, presidente de la American Society México, subrayó que lo ideal es evitar escalar las acciones y buscar un entendimiento entre los gobiernos.
En este sentido, José de Jesús Rodríguez, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, recordó que México es el principal socio comercial de Estados Unidos, lo que hace inviable una confrontación arancelaria.
Por su parte, Gerardo Tajonar Castro, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), también advirtió sobre las consecuencias de una guerra comercial, ya que afectaría tanto a México como a Estados Unidos debido a la interdependencia económica, especialmente en sectores como la industria automotriz.
Kenneth Smith Ramos, exnegociador del T-MEC, coincidió en que los aranceles perjudicarían la economía estadounidense, elevando la inflación y reduciendo la competitividad.
En tanto que, Octavio de la Torre, presidente de la Concanaco Servytur, advirtió que una guerra comercial podría generar inestabilidad económica en la región.
El senador Alejandro Murat, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, destacó la importancia del diálogo, respaldando la carta enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum a Donald Trump, y sugirió que la movilidad laboral podría ser una oportunidad para fortalecer ambas economías.
Guerra arancelaria presionaría los precios en México
Citibanamex advirtió que una depreciación adicional del peso y los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump podrían generar presiones inflacionarias en México, afectando negativamente el crecimiento económico.
Según el grupo financiero, los aranceles reducirían las exportaciones mexicanas, dado que el 81% de las ventas de bienes al exterior tienen como destino Estados Unidos. Aunque la depreciación del peso podría moderar el impacto, se prevé que el efecto neto sobre las exportaciones sea negativo.
De acuerdo con Forbes México, Citibanamex también señaló que la imposición de aranceles afectaría el 40% de las importaciones que provienen de Estados Unidos, encareciendo las mercancías en ese mercado.
El efecto a las zonas fronterizas
La competitividad de las regiones fronterizas y del resto de México se vería afectada si Estados Unidos impone aranceles del 25% a productos nacionales, de acuerdo con Carlos Jaramillo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana (CCE).
Hizo hincapié en que las regiones fronterizas se dedican al comercio de exportación, teniendo como principal cliente a Estados Unidos, por lo que implicaría consecuencias importantes.
Aseveró que sería inaceptable que cuando se ha trabajado por años en una colaboración entre países, imponer aranceles traería repercusión y provocaría que China sea más favorecida que México.
“Implicaría estarle llevando al consumidor productos más caros, eso lo que hace es reducir la competitividad de México ante el mundo y Estados Unidos, elevar sus aranceles también genera que China tenga un arancel menor”, advirtió.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), José Luis Contreras Valenzuela, indicó que imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos representa un riesgo para la economía mexicana, en particular la de la región de Baja California donde el 48% de las empresas de la industria de manufactura y exportación son de origen estadounidense.
“Nos pegaría fuertemente si eso se diera, pero definitivamente creo que habría espacio para acomodar inversiones de otra nacionalidad. La naturaleza del mercado apunta a profundizar la globalización, no podemos revertir ese progreso”, agregó.
Tan solo en 2023, el valor de las ventas internacionales de Baja California ascendió a 58 mil 766 millones de dólares y Estados Unidos fue el principal destino, con 54 mil 765 millones de dólares que representan 94% del total, según datos de la Secretaría de Economía Federal.
Con información de Forbes México, Reforma, Forbes México, El Financiero, El Imparcial y El Sol de Tijuana