Stellantis, a través de Chris Feuell, jefe de la marca Ram, ha manifestado que está dispuesta a revisar su estrategia de fabricación hacia países con menores costos, incluido México, si la administración de Donald Trump impone aranceles de hasta el 100% a los autos armados en el país. 

Feuell destacó que la compañía está evaluando posibles ajustes en sus redes de fábricas y proveedores para adaptarse a posibles cambios en las políticas comerciales.

Trump, quien ha prometido imponer altos aranceles a productos de China y otros países, también ha amenazado con gravar los autos importados desde México, donde Stellantis está ampliando su planta en Saltillo para producir camionetas Ram 1500. 

Esta situación ha generado conflictos con el sindicato United Auto Workers, debido a despidos por los recortes de costos en Stellantis, que también enfrenta desafíos por la caída de sus ganancias y el complejo lanzamiento de vehículos eléctricos.

La compañía ha recortado empleos en su planta de Michigan, mientras enfrenta la presión de las altas tasas de interés y una disminución en las ventas de Ram en EE.UU. en lo que va del año.

Con información de El Financiero.