La dismorfia de productividad es un fenómeno en el que las personas no logran reconocer sus propios logros profesionales, lo que las lleva a experimentar una sensación constante de insuficiencia.
Este trastorno se asemeja a la dismorfia corporal, donde la percepción distorsionada impide ver la realidad de forma objetiva.
Muchos trabajadores enfrentan esta situación, donde su desempeño nunca parece ser suficiente, a pesar de los resultados obtenidos.
Las causas y el impacto
Según Koro Cantabrana, directora del Instituto del Estrés, la dismorfia de productividad está vinculada al agotamiento, la ansiedad y el síndrome del impostor.
Cantabrana explicó que quienes la padecen revisan constantemente su jornada laboral, y aunque reconozcan haber hecho más de lo que recordaban, aún sienten que no es suficiente. Esa autoexigencia los lleva al agotamiento, lo que desencadena frustración y ansiedad.
Este trastorno también se caracteriza por impedir que las personas disfruten de sus éxitos, ya que siempre sienten que podrían haber hecho más o mejor.
Además, promueve la búsqueda incesante de productividad, intensificando el síndrome del impostor y afectando negativamente la salud mental de los trabajadores.
La prevención
Para prevenir la dismorfia de productividad, Cantabrana recomendó hacer cambios en la cultura organizacional. Señaló que es necesario eliminar la creencia de que los empleados más productivos son aquellos que trabajan más horas o están siempre disponibles.
Además, resaltó la importancia de modelos de planificación de tareas, flexibilidad horaria y pautas de descanso.
José Manuel Vicente Pardo y Araceli López-Guillén García, expertos en el estudio de este fenómeno, subrayaron la importancia de que los trabajadores adquieran habilidades para identificar el daño en su salud mental debido al exceso de trabajo.
Asimismo, sugirieron eliminar prácticas organizacionales que prolonguen las jornadas laborales, abusen del teletrabajo o generen una sobrecarga de tareas.
Finalmente, los especialistas recomendaron la intervención de profesionales capacitados cuando se detecten colaboradores con síntomas de dismorfia de productividad, ya que estos trastornos suelen estar tan interiorizados que el trabajador no puede superarlos por sí solo, lo que lo lleva a un agotamiento progresivo.
Con información de El Economista