Al cierre del segundo trimestre de 2024, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) reportó un saldo de 2.6 billones de pesos en créditos fiscales por cobrar. Sin embargo, más de la mitad de esta cantidad, específicamente 1.7 billones de pesos, se encuentra en litigio, principalmente por grandes contribuyentes.
De acuerdo con datos del SAT, de los 1.8 millones de créditos fiscales registrados, 189,922 están siendo disputados en tribunales. Esta cifra representa el 64% del saldo total y equivale a un promedio de 8.99 millones de pesos por crédito en litigio.
Roberto Colín, miembro de la Comisión Técnica Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que estos créditos suelen corresponder a grandes contribuyentes con los recursos necesarios para interponer recursos legales como juicios de nulidad o amparos.
Colín detalló que los créditos fiscales pueden ser autodeterminados, cuando el contribuyente calcula y declara el impuesto pero no lo paga, o determinados por el SAT tras una auditoría. Dada la intensificación de las auditorías a grandes contribuyentes en los últimos años, ha aumentado significativamente el número de créditos fiscales en litigio.
Entre 2018 y 2024, el saldo de créditos fiscales a grandes contribuyentes se sextuplicó, pasando de 150,087 millones a 981,786 millones de pesos.
A pesar de los litigios, el SAT estima que puede cobrar al menos la mitad de los créditos controvertidos. Además, la autoridad tiene en proceso de cobro 595,738 millones de pesos correspondientes a 1.2 millones de créditos fiscales.
Por otro lado, el SAT ha identificado 398,930 créditos por 359,370 millones de pesos con baja probabilidad de cobro, debido a la insolvencia, localización desconocida o comprobación de incobrabilidad de los deudores.
La recuperación de los créditos fiscales representa un desafío significativo para el SAT. La alta proporción de créditos en litigio, principalmente de grandes contribuyentes, refleja la complejidad del proceso de cobro y la necesidad de fortalecer las estrategias de recaudación.
Con información de El Economista