El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) recomendó que el próximo gobierno federal implemente una política industrial integrada a Norteamérica para enfrentar el nearshoring y generar industrialización inteligente que beneficie a la sociedad.
Valeria Moy, directora del IMCO, señaló que México ha atravesado casi dos décadas de estancamiento económico y no ha logrado reducir las importaciones para aumentar el contenido nacional.
Lamentó que la política industrial se haya confundido con apertura comercial, y destacó la necesidad de fortalecer la industria manufacturera, mejorar la infraestructura y promover el crecimiento para reducir la disparidad socioeconómica.
Durante la presentación del documento “Política Industrial para un nuevo sexenio”, el IMCO subrayó la importancia de fortalecer la proveeduría nacional y vincularla con cadenas productivas globales, agregando innovación, digitalización, infraestructura, una política fiscal adecuada y el desarrollo de talento humano.
Moy explicó que en el escenario internacional actual, la política industrial ha recobrado relevancia por factores como las tensiones geopolíticas, la disrupción de cadenas de suministro durante la crisis sanitaria y las tendencias de ajuste en las cadenas productivas, como el nearshoring.
Por su parte, Juan Carlos Baker, ex subsecretario de Economía, enfatizó que el comercio internacional está siendo reconfigurado, particularmente por las tensiones entre China y Estados Unidos, lo que obliga a México a definir su posición dentro de este contexto. Señaló que la discusión sobre política industrial debe involucrar a los socios comerciales del país.
Emilio Cadena, director de Prodensa, mencionó que la política industrial debe permitir a un país producir bienes y servicios a precios justos.
Indicó que es necesario contar con infraestructura adecuada para que las empresas puedan funcionar de manera eficiente y aprovechar la tendencia del nearshoring.
Finalmente, el IMCO coincidió en que diseñar una política industrial basada en el panorama económico actual permitiría atender diversos retos y construir un enfoque de bienestar vinculado a la integración comercial global.
Con información de El Economista