La Unión Europea (UE) aplicará aranceles de hasta un 36% a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China. Esta medida, anunciada por la Comisión Europea, entrará en vigor a finales de octubre y se mantendrá durante cinco años a menos que Pekín proponga una alternativa.

Los nuevos aranceles, que se suman a los ya existentes del 10%, buscan proteger la industria europea y hacer frente a las acusaciones de prácticas comerciales desleales por parte de China.

Sin embargo, la Comisión se ha mostrado abierta al diálogo y a encontrar soluciones que eviten una escalada de tensiones comerciales.

El ministerio de Comercio de China ha expresado su fuerte oposición a estas medidas y ha instado a la UE a buscar alternativas.

Por su parte, algunos Estados miembros, como Alemania y Suecia, han criticado los aranceles provisionales impuestos en julio.

Tasas específicas por fabricante

Los aranceles se aplicarán de manera diferenciada a los principales fabricantes chinos. BYD, Geely y SAIC serán gravados con tasas del 17%, 19.3% y 36.3% respectivamente.

Devolución de tasas provisionales

La Comisión Europea ha decidido no recaudar las tasas provisionales impuestas en julio y devolverá el dinero a las cuentas bloqueadas.

Posible oposición de los Estados miembros

La decisión final sobre los aranceles se adoptará antes de noviembre, pero una mayoría cualificada de los Estados miembros podría bloquearla.

Contexto

La creciente competencia de los vehículos eléctricos chinos en el mercado europeo ha generado preocupación entre los fabricantes locales y los gobiernos. Los aranceles buscan nivelar el terreno de juego y proteger la industria europea.

Con información de El Economista