La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2025-2026 se perfila como un proceso complejo, con la relación comercial con China como uno de los principales focos de tensión.
Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico (ASM), advirtió que la creciente influencia económica de China en México representa una preocupación para Estados Unidos, que busca mantener su posición como principal socio comercial del país.
Rubin señaló que la inclusión de una cláusula que limite el comercio e inversiones chinas en México podría ser un punto crucial en las negociaciones del T-MEC.
El representante estadounidense expresó su inquietud ante la supuesta triangulación comercial proveniente de China a través de empresas sudamericanas, dificultando el seguimiento del flujo de inversiones y mercancías.
En 2023, México importó de China bienes por un valor de 114 mil millones de dólares, representando el 19.1% del total de sus importaciones. Por su parte, las compras a Estados Unidos ascendieron a 255 mil millones de dólares, equivalentes al 42.7%.
Rubin destacó que la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, se mostró en contra del acuerdo original, lo que podría generar tensiones en las futuras negociaciones.
Para aprovechar las oportunidades del nearshoring, Rubin enfatizó la importancia de garantizar el suministro de energías renovables en México. Muchas empresas estadounidenses buscan relocalizar sus operaciones en el país, pero requieren compromisos de energía limpia para cumplir con sus objetivos globales.
Con información de El Financiero