La intervención del gobierno mexicano permitió que el acero brasileño se incluya en las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, evitando que estas se limitaran únicamente al acero fundido y vaciado en Norteamérica (Canadá, Estados Unidos y México). Esta acción evitó afectar el 40% de las exportaciones mexicanas, informó Máximo Vedoya, CEO de Ternium.
Estados Unidos había anunciado una medida unilateral para imponer un arancel del 25% a todo el acero no fundido en la región de Norteamérica, lo que afectaría significativamente las exportaciones mexicanas. Con el nuevo acuerdo, estas exportaciones no se verán afectadas si se ejecuta correctamente, destacó Vedoya.
Consideró que la negociación del gobierno mexicano con Estados Unidos fue exitosa al defender la posición nacional y evitar problemas en productos que contienen acero semielaborado, que en México no se produce y estaba detenido en la frontera.
La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, señaló que estas medidas para verificar el origen del acero buscan fortalecer el comercio leal en Norteamérica, haciendo la región más competitiva. El acuerdo se discutió ampliamente con la industria y se logró tras numerosas reuniones entre la Secretaría de Economía y el sector privado.
Con información de El Universal