México y Estados Unidos acordaron una serie de medidas para proteger la cadena de suministro del acero y el aluminio en América del Norte.
Los países establecieron nuevos requisitos para garantizar que el acero que llega a Estados Unidos de México obtenga beneficios libres de impuestos solo si se funde y vierte en México, Estados Unidos o Canadá. En caso contrario, los productos enfrentarán aranceles del 25%.
De manera similar, las importaciones de aluminio de México que contengan aluminio primario fundido o moldeado en China, Bielorrusia, Irán o Rusia recibirán un arancel del 10%.
Estas acciones conjuntas buscan garantizar la viabilidad a largo plazo de las industrias de acero y aluminio, además de la integridad del mercado de estos materiales en América del Norte.
Además, buscan frenar la entrada de acero y aluminio a Estados Unidos procedente de países como China a través de México, para evadir los aranceles que Washington aplica sobre esos materiales.
La decisión de trabajar con el Gobierno mexicano para impedir que China introduzca acero y aluminio en Estados Unidos a través de México había sido anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden, a mediados del pasado abril.
Con información de Forbes