A cuatro años de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), exjefes negociadores coinciden en que se logró un acuerdo positivo para México, pero también reconocen las dificultades enfrentadas. Con la revisión prevista para 2026, anticipan posibles puntos críticos.
A pesar de algunas disputas en materia laboral, energética y agrícola, México ha cobrado relevancia como socio comercial de Estados Unidos y Canadá, especialmente del primero, superando a China a principios de año.
En los primeros cuatro meses del año, las exportaciones de México a Estados Unidos aumentaron un 53% en comparación con el mismo período de 2020, año en que entró en vigor el tratado. Las exportaciones a Canadá también crecieron un 55%.
Ante este escenario, la importancia del T-MEC para los tres países es innegable, especialmente en vísperas de la revisión y las elecciones en Estados Unidos. Factores como el posible regreso de Donald Trump, puntos del acuerdo aún no implementados, las reformas constitucionales del presidente López Obrador y la creciente influencia de China añaden complejidad al panorama.
Puntos clave de la revisión
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Comercio Exterior (IMECE) reunió a exjefes negociadores del T-MEC, quienes compartieron sus perspectivas sobre la revisión. Aunque la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha sugerido que será un proceso menor, advierten que la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, ha anticipado posibles dificultades.
Guillermo Malpica, exjefe negociador de Servicios, inversión, energía y movilidad temporal, destacó la importancia de un equipo negociador experimentado y sólido, un cuarto de junto (sector empresarial) cuyas recomendaciones sean escuchadas y canales de comunicación efectivos con Estados Unidos y Canadá.
Fernando Meyer, responsable de los capítulos de Telecomunicaciones, comercio electrónico y servicios financieros, señaló que el subsecretario de Comercio Exterior designado por el próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, también será crucial.
Samantha Atayde, abogada de las negociaciones del T-MEC, advirtió sobre varios factores que podrían afectar la revisión, especialmente la relación con China. Existe una cláusula que obliga a informar a Estados Unidos sobre cualquier negociación con el gigante asiático y, en caso de firmar un tratado, Estados Unidos podría terminar el T-MEC.
Ricardo Aranda, quien encabezó los capítulos de Laboral y medio ambiente, señaló que es poco probable que se modifiquen los textos, ya que aún se están implementando.
Mónica Lugo, exnegociadora en el tema de Obstáculos al comercio, indicó que el tratado también deberá actualizarse en sus anexos debido al fenómeno del nearshoring y a las nuevas realidades de la economía mundial.
Con estos puntos de vista, la revisión del T-MEC en dos años será determinante para evaluar si México logra defender sus intereses y mantener los beneficios obtenidos hasta ahora.
Con informacióm de Expansión