En el primer trimestre de este año, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) logró una rentabilidad de 201.6 pesos por cada peso invertido en actos de fiscalización, lo que representa un incremento del 375% en comparación con el mismo periodo de 2018.
En 2018, cuando aún gobernaba Enrique Peña Nieto, el SAT obtenía 42.4 pesos por cada peso invertido en fiscalización. A partir de 2019, esta rentabilidad ha ido en aumento año tras año, alcanzando los 68.8 pesos en 2019, 108.9 pesos en 2020, 126.5 pesos en 2021 y 124.8 pesos en 2022.
La rentabilidad del SAT se atribuye a la implementación de herramientas de fiscalización automatizada, las cuales permiten una vigilancia más efectiva de los contribuyentes.
Un indicador clave de la efectividad de la fiscalización es la cantidad de casos en los que se identifica evasión u omisión por parte del contribuyente. Durante el primer trimestre de 2024, este indicador alcanzó el 98.5%, lo que significa que de cada 10 casos auditados, más de nueve resultaron con observaciones por parte de los auditores.
“La ejecución de las auditorías tuvo un alto grado de certeza”, afirmó el SAT.
Con información de Reforma
