Aunque México se ha beneficiado significativamente, no es el único ganador de la reubicación de cadenas productivas desde China, refirió Erik von Uexkull, economista principal del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Durante su intervención en el seminario organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, von Uexkull indicó que México ha absorbido aproximadamente el 6% de la producción que sale de China. A pesar de ser un actor relevante en Latinoamérica, otros países están obteniendo beneficios similares o incluso mayores.
El economista señaló que, aunque hay un interés creciente por parte de CEOs para salir de China y explorar inversiones en otros países, esto no necesariamente se traduce en un aumento estructural de la inversión en México.
Según los datos del Banco Mundial, solo entre el 2 y el 4% de las empresas estadounidenses y del resto del mundo planean aumentar sus inversiones en México.
Además, von Uexkull comentó que la relocalización busca no solo reducir costos sino también fortalecer la resiliencia de las cadenas de valor, lo que implica desafíos políticos para atraer dichas inversiones.
Johannes Dobinger, representante de la Oficina Regional de ONUDI en México, también participó en el seminario y enfatizó la necesidad de que México y Latinoamérica no se limiten a atraer inversiones en manufactura, sino también en otras industrias como tecnología y químicos.
Destacó la importancia de desarrollar políticas industriales que fomenten la productividad y la innovación, más allá de convertirse en meros ensambladores.
Dobinger subrayó que la manufactura está incrementando su participación en el PIB nacional, aunque aún representa menos del 20% de la economía total en México.
Con información de Reforma.