La industria manufacturera mexicana consolidó su liderazgo como el mayor contribuyente a la economía nacional en 2022, aportando cerca del 17% del PIB y cerca del 88% del total de las exportaciones del país, según datos de Deloitte.
Se estima un crecimiento del 3.8% en la contribución al PIB de la industria para este año, impulsado principalmente por las exportaciones a Estados Unidos y por nuevas inversiones derivadas del nearshoring.
La encuesta realizada por Deloitte a ejecutivos del sector identificó cinco ejes de acción para aprovechar al máximo las oportunidades en 2023:
1. Inversión en tecnología:
- Adopción de tecnologías de la Industria 4.0 como analítica avanzada, plataformas en la nube, automatización inteligente y robótica.
- Implementación de herramientas digitales para optimizar la gestión del negocio y crear un flujo constante de información.
2. Talento:
- Implementación de estrategias para la atracción y retención de talento especializado.
- Desarrollo de programas de educación dual en conjunto con las empresas.
3. Disrupciones en la cadena de suministro:
- Implementación de la estrategia de nearshoring para reducir costos de producción y logísticos.
- Evolución hacia redes de suministro digitales para aumentar la resiliencia del negocio.
4. Fabricación inteligente:
- Implementación de la “fábrica inteligente” para reconfigurar la producción de acuerdo con las necesidades del mercado.
- Adopción de tecnologías digitales y físicas para potenciar la producción.
5. Sostenibilidad:
- Implementación de prácticas sustentables en los procesos de manufactura para reducir la huella ambiental.
La industria manufacturera mexicana se encuentra en una posición excepcional para aprovechar la reconfiguración global de las cadenas de suministro. Los cinco ejes de acción mencionados por Deloitte pueden ser la ruta para que las empresas prosperen en este nuevo entorno.
El sector privado, el sector público y las instituciones académicas deben trabajar en conjunto para aprovechar esta oportunidad. El mensaje para el sector privado es claro: las empresas deben evolucionar hacia la Industria 4.0, atraer y retener talento, construir capacidades y competencias en la organización, y colocar la sostenibilidad como un valor fundamental.
Con información de El Economista