En 2023, la inversión productiva fue el principal motor de la economía mexicana, alcanzando el 24.4% del Producto Interno Bruto (PIB), el nivel más alto desde 1993.
Según el INEGI, la inversión contribuyó con 4.2 puntos al crecimiento económico, superando al consumo. Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, destacó que, contra las expectativas de desaceleración por la alta tasa de interés del 11.25%, la economía creció un 3.2%. La inversión pública aumentó un 19.8%, y la privada un 19.4%.
Víctor Manuel Herrera, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), señaló que, mientras la inversión pública podría disminuir, se espera que la privada se mantenga activa.
Al cierre de 2023, la inversión se enfrió, y se proyecta un modesto crecimiento del 0.5% para este año, influenciado por la incertidumbre electoral en México y Estados Unidos.
Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica, anticipó cautela inversora en el futuro próximo debido a la política monetaria restrictiva y el contexto electoral.
Durante el gobierno de López Obrador, la inversión privada ha mostrado un crecimiento significativo frente a la pública, destacando la importancia del nearshoring para el comercio con Norteamérica.
Con información de El Financiero.