Moody’s Investors Service emitió un análisis detallado sobre el panorama económico de México, destacando tanto los logros como los obstáculos que enfrenta el país en su camino hacia el crecimiento y la estabilidad.
Según la agencia calificadora, a pesar de ciertos beneficios potenciales del nearshoring en México, existen importantes deficiencias estructurales en la infraestructura, problemas en las políticas públicas y una preocupante escasez de agua en los centros industriales cercanos a Estados Unidos. Estos factores podrían limitar la materialización de todos los beneficios esperados.
En cuanto a las proyecciones económicas, Moody’s ha mantenido su estimación de crecimiento para la economía mexicana en un 2.2% para el año 2024.
Este crecimiento se sustenta en una robusta demanda interna y el fenómeno de relocalización de empresas. Sin embargo, la agencia también advirtió que el crecimiento económico de las economías del G20 se estabilizará en niveles modestamente más bajos este año, lo que sugiere un entorno económico global más desafiante.
Respecto al desempeño pasado, Moody’s destacó que la economía mexicana creció un 3.2% en 2023, superando el promedio registrado entre 2000 y 2019, aunque fue menor que el crecimiento del 3.9% observado en 2022. Se espera una desaceleración a un crecimiento del 2% para el año 2025.
La demanda interna ha sido un motor importante del crecimiento, impulsada por el bajo desempleo y el crecimiento sólido de los salarios reales de los trabajadores formales. Asimismo, la política estadounidense y la relocalización de las cadenas de suministro en Norteamérica, especialmente para la fabricación de semiconductores y baterías, han estimulado tendencias de nearshoring e impulsado un aumento significativo de la inversión.
Moody’s también señaló el fuerte crecimiento en la inversión en construcción no residencial, que experimentó un aumento de más del 35% el año pasado, la tasa más alta desde la década de 1990.
En términos de inflación, Moody’s proyectó que cerrará en un 4.2% para el año 2024, aún por encima del objetivo del 3% establecido por el Banco de México (Banxico).
Asimismo, espera que la política monetaria siga siendo restrictiva hasta que la inflación se sitúe dentro del rango objetivo. En enero, la inflación general y subyacente anual alcanzó el 4.9% y el 4.8% respectivamente.
Finalmente, Moody’s hizo una evaluación sobre el panorama político en México, considerando que es poco probable que se produzcan cambios importantes en las políticas si Claudia Sheinbaum, quien lidera las preferencias, gana las elecciones presidenciales del 2 de junio próximo.
Sin embargo, señaló que la maniobrabilidad de la próxima administración dependerá en gran medida de la composición del Congreso y estará limitada por un debilitamiento de la posición fiscal.
Con información de Forbes México.