Según Morgan Stanley, entre 2022 y principios de 2023, más de 300 empresas extranjeras han llegado a México por primera vez, y se espera que el país atraiga 50 billones de dólares en Inversión Extranjera Directa por nearshoring en los próximos cinco años.
Sin embargo, el principal desafío es la baja disponibilidad de naves industriales en México. La vacancia de espacios industriales es menor al 2% a nivel nacional y casi cero en el norte del país, lo que dificulta que nuevas empresas se establezcan.
Además, se necesitan 13 millones de metros cuadrados adicionales para satisfacer la creciente demanda del “nearshoring” en los próximos años.
De acuerdo con Jonathan Pomerantz, director Comercial y de Inversiones del fondo inmobiliario Meor, a pesar de que en 2022 se registró una construcción histórica de 2 millones de metros cuadrados de superficie industrial en México, se espera que esto sea insuficiente para cubrir las necesidades de relocalización de empresas en los próximos cinco años.
Otro desafío importante es la falta de infraestructura y mano de obra en algunas zonas, como Tijuana, Monterrey y Ciudad Juárez, donde la escasez de terrenos con servicios representa un obstáculo para las empresas.
Además, aunque hay suficiente generación de energía, falta infraestructura para la transformación y transporte de energía a niveles adecuados para parques industriales.
Los altos niveles de demanda y la escasa oferta de espacios industriales han llevado a los precios de alquiler a niveles históricos en México.
En áreas atractivas para el “nearshoring” en el norte del país, como Monterrey, Tijuana y Ciudad Juárez, los precios de alquiler aumentaron entre un 25% y un 30% en los últimos dos años. En la región del Bajío, el aumento fue de aproximadamente un 10%.
A pesar de estos aumentos de precios, México sigue siendo competitivo para la llegada de más empresas debido a su ubicación estratégica y su importancia en el mercado de Estados Unidos.
Con información de El Economista.