El gobierno federal y el sector privado en México revisarán cada tres meses un impuesto del 25% aplicado a importaciones de Asia en prendas de vestir, según Emilio Penhos Mougrabi, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).
El cambio se debe a que Estados Unidos ha dejado de importar de China, haciendo que México reciba estas prendas a precios más bajos y con prácticas desleales.
El decreto reciente impone aranceles a varios sectores, incluyendo acero, textil, confección, calzado, plástico y papel.
La medida busca frenar prácticas desleales de países sin acuerdos comerciales, compensando los apoyos gubernamentales prohibidos por la OMC.
El líder de Canaive afirmó que esto no afectará los precios al consumidor y no es una medida proteccionista.
El arancel del 25% se aplica a prendas como pantalones de mezclilla, chamarras, faldas, etc., fabricadas en México, excluyendo telas no elaboradas en el país.
Penhos Mougrabi consideró que esta medida protegerá la industria y ayudará al mercado nacional, pero también aboga por acciones contra el contrabando y la inseguridad, problemas que afectan a la industria del vestido.
Zapateros alistan caso antidumping contra productos asiáticos
Por su parte, industriales del calzado, con el apoyo de la Secretaría de Economía, están planeando emprender una acción antidumping ante la OMC contra las importaciones de zapatos provenientes de países asiáticos, como China y Vietnam.
Estas importaciones han estado compitiendo en el mercado mexicano a precios por debajo del valor del mercado, lo que ha afectado a la industria local.
En el año 2022, se importaron 127 millones de pares de calzado a México, marcando un récord en el sector.
Aproximadamente el 40% de estos productos ingresaron con precios inferiores a los valores de mercado, y esto ha motivado a los industriales a buscar medidas de defensa, como imponer aranceles y ahora presentar un caso antidumping.
Mauricio Blas Battaglia Velázquez, presidente de la Cámara de la Industria del Estados de Guanajuato (Ciceg) apuntó que no temen a la competencia exterior, pero buscan condiciones equitativas en el mercado para proteger la industria local y a los consumidores.
Con información de El Universal y El Economista.
