La aprobación de la reforma para hacer obligatorio un descanso de dos días tendría un gran impacto en la población mexicana, ya que alrededor de 9 millones de afiliados al IMSS trabajan más de cinco días a la semana, expuso la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano.
La reducción de la semana laboral a cuatro días ya se está implementando en otros países como Inglaterra, España, Bélgica, Islandia, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, la aplicación de esta reforma tendría un costo para ciertas empresas como restaurantes, hoteles, bares, comercio y construcción, que tendrían que sustituir al personal que descanse.
También habría trabajadores a los que no les convendría la reforma, como los meseros que dependen principalmente de las propinas, comentó el abogado laboral, Diego García Saucedo.
Con información de Reforma.