De acuerdo con Gilberto Treviño, director del despacho jurídico y contable Práctica Legal y Fiscal, las empresas que tengan deudas superiores a sus activos circulantes, como lo son sus cuentas por cobrar o bancarias o inversiones, pagarán mayor Impuesto Sobre la Renta (ISR) en su declaración anual de marzo próximo.

Esto ya que están obligadas a someter sus resultados del 2022 a un ajuste por inflación.

El especialista advirtió que este factor podría incluso provocar que empresas que registraron pérdidas en el año resulten con ingresos acumulables sobre los que deberán pagar la tasa de ISR aplicable, la que por lo general es de entre un 30 y un 35% de dichos ingresos.

Explicó que el ingreso acumulable sobre el que pagarán el ISR las empresas con deudas resulta de la resta de sus deudas promedio mensuales a sus activos circulantes promedio en el año, como pueden ser las cuentas por cobrar o los saldos bancarios o de inversión.

Gilberto Treviño agregó que ese ajuste por inflación es obligatorio para todas las personas morales que tributen bajo el Régimen General de Contribuyentes.

Con información de Reforma.