La Organización Mundial de Comercio (OMC) proyectó que el comercio mundial crecerá solamente un 1% en 2023, lo cual supone un descenso respecto a la estimación de 3.4% realizada en abril.
Para la segunda mitad de 2022 se espera que el comercio pierda impulso, esto debido a las perturbaciones que tiene la economía mundial, fenómeno que debilitará los flujos en 2023.
Se prevé que la demanda de importaciones se suavice a medida que el crecimiento se ralentiza en las principales economías por diferentes motivos.
En Europa, los altos precios de la energía derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania reducirán el gasto de los hogares y aumentarán los costes de fabricación.
Por otra parte, en Estados Unidos habrá afectación por el endurecimiento de la política monetaria a los intereses en áreas como vivienda, los vehículos de motor y la inversión fija.
China sigue enfrentando brotes de covid-19 e interrupciones en la producción, junto con la debilidad de la demanda externa.
Con información de El Economista