En su informe bianual sobre el sector automotriz, la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) destacó que la región de Norteamérica captó más inversiones en esta industria durante los primeros años del T-MEC.
La dependencia estadounidense indicó que las nuevas normas del acuerdo comercial incentivan la producción de automóviles y autopartes en la región.
El documento no precisa las inversiones captadas, pero contiene una descripción pormenorizada sobre cómo se atrajeron esos flujos.
No obstante, los requisitos administrativos adicionales previstos en el T-MEC se han visto agravados ante las perturbaciones en las cadenas de suministro derivadas del Covid-19 y otros factores.
El T-MEC ofrece la oportunidad de que los fabricantes soliciten un Régimen de Transición Alternativo (RTA), el cual permite un plan adaptado para cumplir gradualmente los niveles de contenido regional durante un máximo de cinco años.
Para ello, los planes de las empresas incluyeron el compromiso de realizar inversiones adicionales en Estados Unidos y Norteamérica, o compras adicionales de piezas, acero o aluminio estadounidenses y norteamericanos.
En ese tenor, la USTR dio a conocer que 13 productores de vehículos solicitaron y recibieron la aprobación de su RTA. Estas son: Tesla, Volkswagen de México, Volvo Car USA, FCA México, Hyundai Motor America, Mazda Motor de México, Toyota Motor de México, Kia Motors México, Kia Motors Manufacturing Georgia, Nissan Mexicana, Ford Motor Company y Cooperation Manufacturing Plant Aguascalientes.
Los productores de vehículos eléctricos e híbridos solicitaron un RTA debido a la poca disponibilidad de componentes para cumplir con las normas de origen. Los planes de inversión para aumentar la producción de estos insumos en Norteamérica se realizará plenamente hasta 2025.
El T-MEC también demanda que la producción automotriz se realice con mano de obra que gane al menos 16 dólares por hora.
El comercio total de automóviles (importaciones más exportaciones de vehículos y partes) es el mayor componente del comercio total de América del Norte, representando 22% del comercio total bajo el T-MEC.
Con información de El Economista.
