Ampliar días de vacaciones en México es un acto de competitividad: OCDE

El director del Centro de la OCDE en México para América Latina, Mario López Roldán, señaló que las largas jornadas laborales, la baja productividad y el poco tiempo de vacaciones son un obstáculo para que los trabajadores puedan tener un buen balance vida-trabajo.

El directivo enfatizó en el derecho a las vacaciones es uno de los pendientes más apremiantes en este rubro en México, ya que es uno de los países con el menor número de vacaciones garantizadas en la legislación laboral del mundo, con un mínimo de seis días después del primer año de trabajo, y que se incrementan gradualmente a partir del segundo año.

El promedio en los países de América Latina es de 16 días y la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es de 18 días, señaló en entrevista con El Economista.

Los mexicanos son los que más horas trabajan entre todos los países de la OCDE, con un promedio de 2 mil 124 horas al año. La media es de mil 687 horas anuales y Alemania, la mejor posicionada, registra mil 332 horas por año.

La proporción de personas con jornadas de trabajo excesivas en México también es la más alta de la OCDE. De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 16.1 millones de personas, el 28.5% de la fuerza laboral, trabajan más de 48 horas a la semana, el máximo legal. Este dato es 16% mayor que lo reportado a inicios de 2020.

Mario López Roldán, puntualizó que, a pesar de ser el lugar donde más se trabaja, México es uno de los países de la OCDE que tiene uno de los niveles más bajos de productividad, superado al final de la tabla solamente por Sudáfrica y Colombia.

Lo anterior demuestra que el tiempo de trabajo es crucial en el diseño y desempeño del mercado laboral, pues, entre otras cosas, puede afectar el bienestar, la productividad, los salarios y el empleo de los trabajadores.

En ese tenor, manifestó que “el descanso es fundamental para mejorar la productividad, la creatividad, la innovación y la potencia laboral. El diagnóstico es clarísimo: todos los datos apuntan a un rezago tremendo”.

“Tomar vacaciones es un acto de competitividad, un acto de mejoramiento productivo, un acto de excelencia. Hay que entender cómo los países más avanzados están logrando tener niveles de productividad tan altos con niveles altísimos de vacaciones”, recalcó.

El medio agregó que la Comisión de Trabajo del Senado inició en marzo el análisis de tres propuestas de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para ampliar el mínimo de vacaciones al que se tiene derecho. El consenso, hasta ahora, es aumentarlo a 12 días a partir del primer año laboral.

Con información de El Economista.