Desempleo y deterioro laboral agrava depresión entre jóvenes

Especialistas coinciden en que el deterioro del mercado laboral juvenil a causa de la pandemia presiona tanto sus condiciones de vida materias como las emocionales, causándoles cuadros de depresión y ansiedad.

La coordinadora e investigadora de Psicología Organizacional de la UNAM, Erika Villavicencio-Ayub, comentó que la pandemia afectó especialmente la situación económica y laboral de los jóvenes; ante la pérdida de empleos, cierre de empresas y disminución de sueldos muchos jóvenes han abandonado el mercado laboral por sentir que no tienen oportunidades.

En este tenor, la académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Paulina Land-Grave, refirió que ha habido un incremento de la demanda de atención psicológica por parte de jóvenes, derivada de los altos niveles de ansiedad, depresión y comportamiento suicida y autolesivo.

Ideación suicida

Las estrategias para enfrentar este problema parten de la premisa de que el suicidio es prevenible, puesto que se da como un proceso que inicia con la ideación, posteriormente pasa a intentos y, finalmente, a la consumación.

De acuerdo con cifras del INEGI, en 2020, 4 de cada 10 suicidios (43.7%) correspondieron a adolescentes y jóvenes de hasta 29 años, para un total de 3 mil 453 fallecimientos; cifra 9.1% superior a la reportada en 2019 y la tasa más alta en nueve años.

De esa cantidad, la mayor parte correspondió al sexo masculino, con 2 mil 620 fallecimientos (75.9%).

Además, el INEGI señala que la tasa de desempleo del segmento de 15 a 29 años fue de 7.3% en el segundo trimestre del año, contra 4.2% de la población en general.

Factores de riesgo

Villavicencio-Ayub apuntó que en México hay un alto índice de prevalencia en trastornos mentales “y nuestra cultura no ayuda a identificarlos y gestionarlos”.

Comentó que los jóvenes tienen la necesidad de salir del hogar, rentar un lugar o tener un ingreso para ayudar a la familia, pero no hallan empleo y, cuando lo consiguen, es en la informalidad, con sueldo muy bajo para cubrir sus necesidades.

Aunado a lo anterior, se suma el “bombardeo” de la sociedad actual: debe de ser alguien exitoso, atractivo, con ciertas posesiones materiales, expuso la especialista.

Por su parte, Landgrave dijo que los factores que inciden en la depresión y suicidio en jóvenes son la poca satisfacción con las circunstancias que les rodean, la percepción de fracaso, el sentirse como una carga, no sentirse útiles y percibir que no son productivos.

¿Qué hacer?

La catedrática de la UNAM hizo un llamado a desarrollar políticas públicas que prevengan estos casos, si bien se ha avanzado en regular la cultura y condiciones de los trabajadores, falta mayor supervisión de autoridades para que las organizaciones cumplan la ley.

Las prácticas laborales son un tema a supervisar, regular y auditar, pues hay espacios de trabajo con carencias en horarios, sueldos y otros aspectos, agregó Villavicencio-Ayub.

Con información de El Universal.